Coalición por Melilla (CPM) acusó ayer al exdelegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, de actuar de “mala fe” en la tramitación de una decena de sanciones por la participación en dos protestas a finales de agosto del año pasado por las condiciones para el paso de borregos de Marruecos por el Aid El Kebir. En rueda de prensa, el portavoz de CPM, Hassan Mohatar, admitió que estas dos protestas no estaban autorizadas, pero lo consideró “cuestionable” porque en una de ellas, la caravana de coches, sí se pidió “en tiempo y forma”, aunque la celebración fue pospuesta por los atentados terroristas de Cataluña.
Otra de las razones por las que CPM cuestiona esa falta de autorización que esgrime la Delegación del Gobierno en su sanción es el hecho de que se forman “caravanas” de coches para celebrar victorias deportivas, por lo que “en este tema del paso de borregos es igual”, afirmó Mohatar.
El diputado cepemista insistió en que solo reivindicaban algo que consideraban “legítimo y en derecho”, al igual que en la manifestación, para la que finalmente no recibieron autorización pese a presentar un recurso ante los tribunales.
Mohatar denunció que algunas de esas denuncias las han recibido personas vinculadas a CPM y miembros de asociaciones relacionadas con el colectivo musulmán que no acudieron a ninguna de esas dos protestas y “ni siquiera estaban en Melilla”, por lo que se ha preguntado “si alguien ha falseado” y “quién ha dado esos nombres”.
Tres sanciones
Asimismo, explicó que varios dirigentes de CPM han presentado hasta tres sanciones administrativas, como es su caso particular, cada una de las cuales supone una multa de 600 euros, lo que a su juicio evidencia la “obsesión enfermiza” de El Barkani hacia la formación cepemista y su líder, Mustafa Aberchán.
Mohatar lamentó que El Barkani “no ha estado a la altura de las circunstancias” y “le ha perdido su propio ego”, si bien “se ha cavado su propia fosa política por su forma de actuar” para “no permitir críticas a su malísima gestión”.
Según el portavoz cepemista, que haya tramitado estas sanciones pocos días antes de su cese demuestra “su talante déspota y de no dialogar en vez de buscar consensos”, por lo que anunció la intención de CPM de presentar un recurso de alzada y no descarta siquiera la vía judicial.
