Durante la jornada de actos políticos de VOX en nuestra ciudad, este jueves, el secretario general del partido, Javier Ortega Smith, aprovechó la ocasión para, de la mano del coordinador de VOX Melilla, Jesús Delgado, hacer una visita a uno de los “puntos calientes” de la inmigración en nuestro país: el vallado del perímetro fronterizo. Ortega, quien tras ver la valla afirmó que se trata de un “amasijo de hierros”, consideró que el control de la inmigración ilegal es uno de los pilares de la política del partido, y que, para ello, era necesario mejorar tanto la infraestructura -“construir una valla más alta y más sólida”- como aumentar la dotación de medios humanos destinados a salvaguardar nuestra integridad territorial. Antes del acto de presentación de Jesús Delgado como nuevo coordinador de VOX Melilla, Javier Ortega, secretario general de VOX España, hizo un recorrido por el vallado del perímetro fronterizo de la ciudad con el fin de conocer de primera mano uno de los principales focos de polémica relativos a la inmigración hacia nuestro país.
Ortega, en declaraciones posteriores, se refirió al vallado como un “amasijo de hierros” con poca utilidad, y consideró que, para cumplir con su función de preservar la integridad territorial de nuestro país ante la creciente presión migratoria, debería instalarse un nuevo vallado, de más altura y con mejores medios técnicos.
Además, el dirigente de VOX, puso el acento en la imperiosa necesidad de dotar a la frontera de más medios humanos, “al menos 300 guardias civiles”, para controlar la frontera con garantías.
Desde VOX ven la inmigración ilegal como un riesgo para el futuro de la ciudad, y recuerdan que la inmigración debe ser “legal”, en tanto en cuanto debe llegar por los cauces habilitados a tal efecto; debe ser “posible”, en tanto en cuanto sólo debe acogerse el número de inmigrantes que nuestro sistema asistencial puede recibir, “en orden a poder asegurarles a esas personas unas condiciones dignas”; y, por último, debe ser culturalmente homogénea, facilitando la llegada de inmigrantes que tengan un acervo cultural cercano al español (por ejemplo, los migrantes hispanoamericanos), “inmigrantes que comprendan nuestros valores culturales, que respeten los derechos de la mujer, y que no pretendan imponer sus ideas a los demás”.
