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Robles reconoce el “hartazgo” ciudadano por el retraso del hospital y defiende que lo desbloqueó el PP

Imagen de cómo quedará la urbanización y accesos al centro hospitalario

Reconoce Francisco Robles, director territorial del Ingesa, cierto "hartazgo" entre los melillenses por el cruces de acusaciones que PP y PSOE se han dirigido en los últimos años sobre el nuevo hospital universitario, sin que esta guerra haya reportado ninguna realidad. "Comprendo el cansancio, que puede llegar hasta el hartazgo, de los ciudadanos en este tema, pero los hechos son los que son y a ellos hay que referirse para probar que, claramente, el gobierno del Partido Popular es el que ha logrado desbloquear esta obra tan importante e imprescindible para Melilla y sus habitantes", indicó. Asegura el aún director territorial del Ingesa en Melilla que el nuevo proyecto del hospital universitario "tiene francas mejoras sobre el inicial", que se resume en agrupación de funcionalidades; mejora de dimensiones e iluminación de las zonas de trabajo; homogeneización de las plantas de hospitalización para flexibilizar futuras organizaciones; racionalización del espacio destinado a circulaciones para mejorar otras estancias; mejora de los accesos y acometida de nuevos cambios funcionales surgidos hasta la fecha.

Nuevo proyecto
Además, con carácter general, afirma que se ha racionalizado la distribución de cuartos húmedos públicos, con la misma distribución en todas las plantas, y además se dota de vestíbulo previo a estos cuartos; "homogeneización de todos los puestos de control de enfermería, con mejor control visual, de forma que posibilite otro tipo de hospitalización en un futuro si se requiere".

Entre otras mejoras, citó que en la planta primera se ha aumentado el número de plazas de aparcamiento (315), exclusivo para personal. En la Planta baja, mejoras de la cafetería y de admisión, y traslado del 061 a la esquina suroeste. A la planta primera se dota Urgencias con 4 boxes (1 de aislamiento) más dos RCP y 8 observación, un área pediátrica con 3 boxes y 3 de observación, y a destacar el aumento del área psiquiátrica hasta 14 habitaciones.

En la segunda planta se han dispuesto aseos para personal, inexistentes, y mejora de la zona de espera de endoscopia con servicios. En la tercera, dotación de la UCI (12 boxes) con un box con presión negativa, la hospitalización obstétrica se baja de la 5ª y se lleva hasta 21 habitaciones. La cuarta planta se dota de 5 habitaciones con aislamiento respiratorio y vestíbulo previo, así mismo se aumenta y mejora la dotación de la unidad de custodia hasta 3 habitaciones y puesto de control.

Asimismo la quinta planta se dota con 40 habitaciones de hospitalización general (en total hay 110), y la hospitalización pediátrica se dota con 10 habitaciones, más 6 de preescolares y 8 de lactantes (1 de aislamiento).

Relato de un conflicto con una década de vida
Francisco Robles reitera que la génesis de la paralización del proyecto del nuevo hospital parte del proceso de licitación en 2008, como afirma ha quedado demostrado. Para ello, se refirió a los hechos ocurridos antes de 2012 y que originaron conflictos judiciales. En agosto de 2008 se adjudicó la obra "casi un año antes de la dirección facultativa (mayo, 2009), lo que ha sido causa de condena a INGESA e indemnización a la U.T.E. (Constructoras). Además, el tiempo ha probado que la dotación económica fue muy insuficiente, 41 millones de euros frente a los 120 del proyecto actual".

En julio de 2011, la ministra Pajín "firmó la ejecución provisional de un modificado que no fue entregado hasta enero de 2012 y que, finalmente, la Oficina de Supervisión de proyectos de INGESA no aprobó, ni por lo tanto la Dirección, por lo que ese modificado no existe. Ello causó la paralización temporal parcial de la obra", dijo.

Modificado y adjudicación
Tras estos hechos, la Dirección del INGESA aprobó en septiembre de 2012 un modificado "con todos los parabienes legales; pero fue rechazado por la UTE que solicitó la paralización total de la obra y que INGESA, por imperativo legal, tuvo que asumir". Desde entonces, hasta 2017, "se han sucedido diferentes episodios judiciales, con sentencias que estimaban en lo sustancial las posiciones de INGESA, sobre todo en cuanto al modificado del proyecto, que fue la reclamación más persistente de la U.T.E.". Pero "no ocurrió así con la adjudicación de la dirección facultativa acordada en 2009, por la que se condenó a INGESA y tuvo que retrotraer el procedimiento". Finalmente estos episodios judiciales concluyeron en la resolución firme del contrato de la obra con la U.T.E. (abril, 2016), "que ha permitido que, mediante las encomiendas de gestión pertinentes a ISDEFE y a TRAGSA, el reinicio de la obra sea una realidad desde noviembre de 2017".

Explicó Francisco Robles que "durante todo ese largo período, INGESA, además de defender en los despachos y en los juzgados, los intereses generales, y por ello los de los melillenses, ha elaborado un nuevo proyecto, con base en la obra ya realizada, pero subsanando hechos que constan en los informes de ISDEFE", a saber: Incumplimiento de normativa relativa a instalaciones y estructura; existencia de numerosas patologías objeto de subsanación debidas a mala ejecución o al tiempo trascurrido desde la paralización de las obras, e informe geotécnico de valoración de las hipótesis consideradas sobre las características del terreno en el momento de la ejecución de la cimentación y estructura.

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Jesús Andújar

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