El Ministerio Fiscal solicita una pena de un año de prisión por un delito de quebrantamiento al tener una orden de protección por violencia doméstica e intentar viajar a Málaga con su mujer e hijos. El acusado aseguró que estaba bajo tratamiento psiquiátrico con medicación y no era consciente si quiera de dónde estaba. La víctima explicó que su pareja sabía que tenía una orden de protección y ella aún así vino a Melilla para que el investigado “estuviera mejor”. Uno de los policías, testigo de los hechos, aseguró que el joven pidió asistencia médica al ser detenido por los agentes. El Ministerio Fiscal pide una pena de un año de prisión por un delito de quebrantamiento a un joven al intentar viajar con una orden de protección por violencia doméstica. En el juicio, se pidió un informe forense para constatar el estado mental en el que se encontraba el acusado.
Declaraciones
El acusado explicó que no recordaba ni sabía que tenía una orden de protección ya que se encontraba bajo tratamiento médico y aseguró que "no podía ni atarme los cordones de los zapatos solo".
Sobre el día del viaje, el investigado dijo que no recuerda casi nada solo que ella le dijo que había quitado la orden de alejamiento. Además, contó que los hechos ocurrieron justo al día siguiente de salir del psiquiatra cuando el estaba en un "tratamiento mental grave" y no era conocedor de esa orden.
El acusado recordó que llegó la policía en la Estación Marítima y pidió que fuera asistido por un médico. Y relató que estuvo dos meses sin salir y sin tener contacto con nadie en un centro de rehabilitación. "Me decía que iba a quitar la orden de alejamiento porque quería volver conmigo y se iba a venir a Melilla aunque ella no tiene familia aquí", expresó.
La víctima indicó que le puso una orden de protección el 2 de marzo de 2016 en el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer de Málaga y el acusado tenía conocimiento de ello. Respecto a cuando le sorprendieron intentando viajar juntos, expresó que "él estaba enfermo, acababa de salir del psiquiatra y por eso fui a Melilla". Aunque detalló que ella fue la que sacó los billetes y el acusado los llevaba en la mano.
Sobre si el acusado pidió permiso, la mujer respondió que sí ya que tenía que ir a médicos de Málaga y le dieron de alta en el Hospital. "Creo que sí sabía lo de la orden a pesar de la enfermedad, porque estaba medicado pero estable", dijo.
También, apuntó que pidió que quitaran la orden de alejamiento "por pena". A preguntas de la defensa, la víctima contestó que no sabía si le dieron asistencia médica porque ella se fue a Málaga cuando le detuvieron.
"No tengo familia en Melilla pero amigas sí y yo solo fui para que él estuviera mejor, quise ir y solo tuve contacto con su madre, con él no porque no era consciente", concluyó.
Uno de los policías que fue testigo de los hechos, afirmó que interceptó a dos personas porque se iban a ir a Málaga pero no recordó lo que hablaron aunque sí que el acusado le pidió que le llevaran a un Centro Médico. "Fue trasladado a un centro de salud y recibió tratamiento médico pero yo ya no estaba", expresó.
Otro de los testigos, indicó que el acusado tenía una orden de protección porque le saltó en el ordenador en el filtro de embarque de peatones. Además, recordó que él llevaba los billetes y la orden era de la mujer con la que estaba al lado."No percibí que estuviera medicado porque le entendí perfectamente", dijo.
