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Ventura afirma que los educadores de calle han logrado recuperar de la calle a 137 menores no acompañados

Equipo de educadores de calle, el consejero y el presidente de la Ciudad

El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, considera que los educadores de calle están realizando "un trabajo magnífico" y señala que entre los meses de mayo y septiembre, se han realizado 1.072 intervenciones atendiendo a 25 menores en situación de calle y otros 30 jóvenes adultos indocumentados, que han posibilitado que 137 niños que malvivían a la intemperie hayan aceptado ingresar en un centro de acogida. Indica el consejero que los datos recopilados desde el mes de mayo hasta la primera quincena de septiembre pueden resultar "alarmantes" por su volumen, pero aclara que aunque son 1.072 intervenciones, no significa que este sea el número de niños atendidos, sino que se ha tenido que actuar en más de una ocasión con los mimos menores y adultos localizados en la calle. Del grueso de intervenciones, 463 han correspondidos a trabajo desarrollado con jóvenes adultos a los que han atendido en varias ocasiones.

Cifras
Un dato positiv de estos cuatro meses de trabajo es que los educadores han logrado que un total de 137 niños de la calle, hayan accedido a entrar en los centros de acogida donde se mantienen. En este periodo "también se han realizado 55 intervenciones sanitarias”.

Los educadores han venido desempeñando su trabajo con los menores en situación de calle que han localizado. En concreto, hablan de entre 20 y 25 menores de edad y algo más de 30 jóvenes que han superado la mayoría de edad. Suelen situarse por la zona "más calientes" de la ciudad como el Pueblo, los alrededores de la Pérgola y la cuesta de la Florentina.
"Lo que se busca, si son menores de edad, es trabajar con ellos y que puedan ir a centros de acogida, y dependiendo en la situación en la que son localizados, o avisamos la enfermera del programa que les atiende o si es preciso, se les derivan a los servicios sanitarios", dijo.

Por lo general, "lo que más se encuentra son jóvenes con heridas que se han generado por los intentos de hacer el famoso 'risky', es decir, el intentar colarse en los barcos que van a la península, y presentan heridas en piernas, brazos y cabeza". En otras ocasiones se encuentran "heridas infectadas porque no están bien curadas al vivir en la calle". Ventura afirmó que muchos de estos chavales "son consumidores habituales de inhalantes, a los que se hace un seguimiento y se les deriva a algún centro específico para que sean tratados aunque no es tarea fácil porque no colaboran".

Reuniones de coordinación
Cada semana se celebra una reunión de coordinación que sirve para actualizar los datos y “nos reorganizamos para seguir trabajando con ellos allí donde es necesario y también se intenta quitarlos de las zonas donde mendigan o pueden molestar a los melillenses", explicó el consejero.

A veces "cuando están bajo los efectos del consumo de sustancias, se ponen más insistentes, y en ese caso, si no se les puede convencer, se avisa a la policía, a la que también recurrimos si los vemos en una situación que puede ser peligrosa".

Trastorno de conducta
Apunta Ventura que entre los menores de la calle no hay "niños pequeños" y que el día 11 consiguieron derivar a un centro de la península de trastorno de la conducta a un niño de 11 años, que por su baja estatura se pensó que tenía mucho menos edad, y que es consumidor habitual de sustancias.
"Nos preocupaba mucho su salud, pero los trámites legales, tanto los permisos sanitarios como del Juzgado de Menores son tan lentos, que hemos tenido que esperar un mes y medio hasta poder enviarlo a la península. El traslado se hizo en ambulancia y con custodia policial", detalló.

Actualmente "tenemos a 10 niños en centros de trastorno de la conducta en Málaga y Córdoba, donde reciben tratamiento multidisciplinar, y en breve derivaremos a dos niñas. Nos gustaría poder atender todos los casos que nos llegan de trastorno de conducta, pero no tenemos recursos económicos para poder asumirlo, y además porque tenemos a otros cientos de menores que atender y cuidar", explicó el consejero de Bienestar Social.

Un balance satisfactorio
Cuatro meses después del inicio del programa de educadores de calle que tendrá una duración de cuatro años, "el balance que se puede hacer desde la Administración, es que estamos muy contentos porque de las experiencias pilotos que resultaron tan positivas, hemos podido implantar un programa de larga duración que es pionero a nivel nacional". Se declaró muy satisfecho con el trabajo que viene desarrollando el conjunto de profesionales que se encargan de desarrollar el programa. Destacó de todos ellos, "el alto grado de implicación, que era lo que se busca, personas a las que les preocupa la vida de los niños con los que tratan".

Esta sensibilidad les ayuda en su misión, un trabajo que aseguró Daniel Ventura "no es nada sencillo, porque a veces se han tenido que enfrentar a situaciones muy complicadas, con menores que bajo el consumo de sustancias, pueden provocar situaciones agresivas, y ellos han sabido reconducir la situación". Son empleados que "llevan a cabo un seguimiento muy meticuloso, y nos informan de cada uno de los casos que tratan, buscando reconducirlos, que vayan a los centros para que puedan llevar una vida lo más normalizada posible y lo han conseguido, en estos cuatro meses, con 137 menores", apostilló el consejero.

Considera que se está haciendo "una gran labor" a pesar de la fuerte presión migratoria que sufre Melilla, y por ese motivo, también quiso felicita a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, por la labor que realizan tanto en el perímetro fronterizo como en el resto de la ciudad, así como a la Policía Local.

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Jesús Andújar

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