La secretaria general de Podemos Melilla, Gema Aguilar, lamenta que la Consejería de Bienestar Social haya devuelto a la ciudad a las trece niñas que han pasado sus últimos años acogidas Palencia, en un centro de la Fundación Diego Martínez, de los padres Barnabitas. "El fin del convenio ha supuesto para ellas romper con las vidas que, con mucho esfuerzo, lograron construir", sostienen desde la formación morada.
Para Aguilar, no se puede justificar este traslado con motivos de rentabilidad económica. "Si desde Castilla y León ponían problemas, desde Melilla se podría haber peleado para que al menos, las que están más cerca de conseguir la mayoría de edad, se quedasen en ese centro hasta cumplir los 18", expone la secretaria general.
Así, desde Podemos Melilla insisten en subrayar que las decisiones que se adoptan en materia de menores han de estar basadas, en todo caso, en el bien superior de los niños y niñas que están bajo la tutela de la Ciudad, lo que apunta que no ha ocurrido en este caso. "Las menores tuvieron que adaptarse al sistema de Palencia y, una vez que lo consiguieron, las obligan a regresar a la ciudad, con el trastorno que supone para ellas", señala Aguilar.
Además, la secretaria general considera muy grave la actitud adoptada por el consejero Daniel Ventura al hacer declaraciones sobre este asunto. "Es inconcebible que hable de estas menores dejando entrever que puedan ser conflictivas porque, aunque así fuera, la Consejería tiene que protegerlas, no criminalizarlas", manifiesta Aguilar.
Por otro lado, desde Podemos Melilla lamentan que el consejero, lejos de reflexionar sobre su gestión en un área tan sensible como es la protección de menores, se dedique a cuestionar públicamente a instituciones tan importantes como el Defensor del Pueblo o el Consejo Europeo, además de faltar el respeto a los periodistas cuando publican una información no es de su agrado.
"Para Podemos, Ventura debería haber dimitido hace mucho tiempo", resaltan desde la formación morada. Recuerdan que, bajo su gestión, han sucedido hechos tan grave como el fallecimiento de menores acogidos y presuntas agresiones de personal de los centros hacia menores. "Si el consejero tuviese un ápice de ética, él mismo habría presentado su dimisión", zanja Aguilar.
