La Consejería de Seguridad Ciudadana ha empezado a instalar los primeros radares en las calles de Melilla, incluidos en el proyecto ‘Melilla Ciudad 30’ para la limitación de velocidad. Los operarios han estado durante los últimos días colocando la maquinaria de los radares fijos que irán situados en la calle Actor Tallaví, frente a la Plaza de San Lorenzo, y al inicio de la subida a Cabrerizas, en la calle México. Estos son dos de los puntos negros donde los coches cogen más velocidad en Melilla, de ahí que Seguridad Ciudadana haya optado por intentar resolver el problema con la colocación de estos radares. También tendrán el suyo propio la calle General Astilleros y la Carretera Alfonso XIII, y más adelante, en el segundo semestre de este año, se instalarán otros cuatro en lugares que todavía no están decididos, pero que son “sitios estratégicos”.
Tal y como indicó hace unos días a este Diario el consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, en estas calles con radares la velocidad estará limitada a un máximo de 40 kilómetros por hora. Se pretende, por lo tanto, disuadir a los conductores para que no vayan tan rápido, ya que los radares están fijos y su presencia está anunciada con nuevas señales instaladas en las diferentes entradas de Melilla, tanto vía aérea, como marítima y terrestre.
Los radares forman parte del proyecto ‘Melilla Ciudad 30’, que consiste en la jerarquización viaria marcando la velocidad máxima de las vías principales de la ciudad.
