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Fomento recuperará para visitas otros 500 metros de la galería de minas antes de final de año

Este proyecto podría empezar a ejecutarse en un plazo de dos meses
(Autor: Guerrero)

La Ciudad Autónoma ha adjudicado por 566.438 euros un proyecto de la Consejería de Fomento que permitirá recuperar un tramo de 510 metros del Sistema de Galería de Minas, situado en el subsuelo del entorno del cuarto recinto fortificado de Melilla, de los siglos XVII y XVIII, para abrirlo a visitas y unirlos a los 140 metros que ya fueron rehabilitados.

El presidente del Gobierno de Melilla, Juan José Imbroda, y el consejero de Fomento, Javier González, presentaron ayer este proyecto, que podría empezar a ejecutarse en un plazo de dos meses, y su finalización está prevista para antes de que finalice este año, permitiendo abrir al público 650 metros de recorrido visitable de la galería de minas.
“Esto no lo tiene nadie”, afirmó en rueda de prensa Imbroda para dejar claro que en otros puntos de España no se puede encontrar un recorrido subterráneo de galería de minas como el de Melilla, que permitió defender la españolidad de la ciudad durante el sitio al que fue sometida por las tropas del sultán Muley Mohammed Abdalah durante 100 días entre 1774 y 1775.
Uno de los accesos al tramo de sistema que se va a recuperar está en el camino cubierto (Antiguo fortín de San Antonio), otro en el Fuerte de Victoria Grande y se contempla la apertura de una salida de emergencia desde la “Sala de los Elefantes” por la cortadura.
El tramo objeto de recuperación conecta el Fuerte de Victoria Grande con el de Victoria Chica, el Fuerte Rosario, la “cortadura” (“Sala de los Elefantes”) y el antiguo luneto de San Antonio, discurriendo, a nivel subterráneo, por estas zonas y por el camino cubierto.

Estado original
Hay una parte del tramo que se encuentra cortada por un derrumbe supuestamente generado por la construcción del muro perimetral del aparcamiento del Parador de Turismo, donde está previsto hacer “un bypass”, en palabras de Imbroda, para poder seguir adelante con las galerías.
El presidente melillense dejó claro que en este proyecto “no hay concesión a nada nuevo”, ya que debido al carácter histórico de las obras que se van a ejecutar, el objetivo es que haya un criterio de intervención mínima para mantener en la medida de lo posible intacto el estado de estas galerías de minas.
De esta manera, el visitante podrá apreciarlas en su estado original, aprovechando que la mayoría de los tramos hasta ahora estudiados permanecen en muy buen estado de conservación, de manera que “no se quite al visitante el sabor que hay que palpar y vivir aquellos momentos de los cuerpos de guardia defendiendo al entrar en las galerías de minas”.
El presidente melillense se mostró emocionado con este nuevo proyecto, ya que la recuperación del patrimonio melillense es una de las cosas de las que dice sentirse más orgulloso en su gestión al frente de la CIudad Autónoma.

Un papel clave en los asedios a la ciudad en los siglos XVII y XVIII

Las galerías de minas en Melilla jugaron un papel importante durante los asedios a los que estuvo sometida la ciudad durante los siglos XVII y XVIII. Hasta esta época, se respiraba en la plaza un ambiente de paz, posibilitando intercambios comerciales y culturales entre los españoles y los rifeños, sin embargo, este periodo de estabilidad se interrumpió cuando, en 1666, hubo un cambio político en el sultanato xerifiano, accediendo al poder la dinastía Alauita, teniendo los mayores problemas durante el mandato de Muley Ismael, empeñado en conquistar Melilla.
Debido a las carencias en artillería, el ejército xerifiano se vio completado por técnicos capaces de hacerse con una ciudad sin unas potentes huestes, pues pusieron en práctica la guerra de minas, con el único objeto de trazar galerías subterráneas que llegaran hasta las murallas y hacerlas volar con una carga de pólvora. Su efecto era inmediato, la voladura se hacía efectiva en la superficie por lo que cualquier sistema defensivo que se preciara desaparecía o volaba por los aires. Con la situación en este punto, Muley Ismaïl dispuso en 1678 comenzar la ofensiva sobre Melilla atacando los fuertes exteriores por medio de galerías de minas, por lo que la estrategia de la ciudad española fue responder al ataque de la misma manera. Desde el foso de los Carneros se diseñó un entramado subterráneo para que desde las galerías principales salieran diferentes ramales y en varias direcciones, con el objetivo de determinar por dónde venían atacando los enemigos, ir a su encuentro, colocar la pólvora en el hornillo y cortar así las expectativas del sultán.

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Redacción

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