La misa en memoria de José Luis Cuenca se celebrará mañana miércoles, a partir de las 19’00 horas, en la Iglesia de Santa María Micaela (Barrio de La Victoria) En primer lugar, agradecer todas las muestras de cariño recibidas hacia mi padre y mi familia en tan duros momentos.
No tengo palabras para explicar lo que sentimos. Estamos muy tristes y con sensaciones muy raras, ya que vamos al salón a verte ‘a tu sofá’ y no estás. Nos va a resultar muy difícil estar sin ti, pero sé que desde el cielo nos va a mandar las fuerzas que necesitamos para seguir adelante. Quiero que sepas que te echaremos de menos un montón, no poder verte, no poder meternos contigo, no poder pasar un rato como a ti te gustaba en tu playa con tu toldo, en tus ‘Polillas’ tomándote una cerveza, etcétera, etcétera. Va a ser duro. Eres una persona maravillosa.
Como viste fue mucha gente a despedirse de ti y otros tantos que, por circunstancias, no pudieron o no se enteraron, porque te fuiste, como eras tú, sin hacer mucho ruido. Y eso es por algo, porque te querían un montón y te apreciaban. Siempre has sido un padre ejemplar, porque siempre has estado al pie del cañón con tus hijos y no olvides que te queremos un montón. Eres un gran abuelo, tus nietas te adoran y siguen llamándote, y siempre lo harán, y un suegro impresionante, ya que has tratado a tu nuera como una hija y te quiere muchísimo.
Y también fuiste un marido ejemplar y excepcional, que sepas que tu mujer te quiere un montón y te echará mucho de menos, porque siempre habéis ido juntos a todos lados y, como tu decías, mamá era tus pies y tus manos como tú lo eras para ella. Sólo esperamos que estés orgulloso de nosotros y de la familia que tienes, hicimos todo lo que pudimos y estaba en nuestras manos, y sólo decirte que siempre estarás en nuestros corazones y para todos estarás siempre presente.
De tu hijo, José Raúl Cuenca
Sólo decirte que para mí has sido más que un padre, un gran amigo, un gran confidente, un gran compañero de selecciones y, sobre todo, gracias por haberme dado la vida junto a mi madre y haber podido disfrutar 34 años de mi vida a tu lado. Decirte que para mí no será ya lo mismo ir a La Espiguera, el no poder verte ahí con tus niños peleándote. Va a ser muy duro y, sobre todo, no verte en tu segunda casa, el campo del Tesorillo, que lo tenías mejor cuidado que tu propia casa y agradeciéndote tu trabajo los que de verdad te interesaban a ti, que te lo agradecieran jugadores, entrenadores, padres, delegados, árbitros, etc. Seguro que donde quieras que estés ya has encontrado el mejor campo de fútbol y ya estás cuidándolo como si fuera tu casa como siempre has hecho. Te quiero papá y nunca te olvidaré.
POSDATA. Los hombres que realizan su trabajo correctamente son buenos. Aquellos que, como tú, van más allá de su labor por el bien de los demás son unos pocos, son los más grandes.
