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Siete inmigrantes piden auxilio tras llegar a las Chafarinas en una balsa de juguete

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Siete inmigrantes llegaron ayer de madrugada a las Islas Chafarinas, desde donde pidieron auxilio y mostraron su intención de solicitar asilo político en España. Los subsaharianos, que llegaron desde la costa marroquí cercana a bordo de una pequeña embarcación de juguete, fueron atendidos por la guarnición militar que custodia la soberanía española del archipiélago, que ofreció a los inmigrantes alimentos, agua y mantas. Un enfermero también les hizo un reconocimiento para comprobar si había algún herido o enfermo, opción que fue descartada a pesar de que los subsaharianos aseguraron a una ONG que entre ellos había uno que estaba en mal estado de salud. Ésa fue la versión que los inmigrantes transmitieron al Colectivo Caminando Fronteras, a la que aseguraron además que tres de ellos eran menores de edad. Esta ONG, a través de una de sus portavoces, Helena Maleno, fue narrando a través de las redes sociales la situación de los siete subsaharianos, de los cuales tres son de Mali, dos de Guinea Conakry, uno de Costa de Marfil y otro de República Democrática del Congo.

Los inmigrantes llegaron de madrugada a la isla del Congreso, situada al Oeste del archipiélago y que está deshabitada, ya que el destacamento militar que vigila las Chafarinas tiene presencia únicamente en la isla de Isabel II, que no es la más grande aunque sí la que tiene una mejor posición geoestratégica al estar justo en el centro. Por la mañana, según relataron los subsaharianos a la ONG, subieron hasta el faro, donde solo encontraron una botella de agua, e incluso hicieron fuego para ser vistos desde lejos con el humo.

Pretendían llamar así la atención de los soldados españoles, aunque según la versión de los inmigrantes, su presencia en la isla del Congreso fue vigilada desde el aire con el helicóptero militar que sobrevoló el archipiélago varias veces. También desde el mar con una embarcación como la que fue empleada para llevar la comida, el agua y las mantas a los inmigrantes en torno a la una de la tarde, según Caminando Fronteras, que denunció que perdieron el contacto con los subsaharianos desde que los militares fueron a verlos.

El año pasado llegaron 15
La ONG expresó su temor de que esta falta de noticias pudiera significar una devolución en caliente de los inmigrantes, a pesar de que éstos habían expresado su intención de pedir asilo. Sin embargo, al no ser las Chafarinas un paso fronterizo habilitado, tenían que ser trasladados a Melilla para poder hacer esos trámites, como ya ocurrió en mayo del año pasado con otros ocho inmigrantes que también llegaron al archipiélago español y que permanecieron apenas unas horas en él.

Aquello sucedió el 11 de mayo del año pasado, cuando la Delegación del Gobierno aprovechó que un buque de la Armada estaba haciendo labores rutinarias de abastecimiento en las islas y peñones para ordenar que a su retorno a Melilla trasladara hasta la ciudad a los subsaharianos. Tres semanas antes se había llevado a cabo el mismo procedimiento con otros siete inmigrantes.

Sin embargo, ayer no hubo siquiera información oficial sobre lo que estaba sucediendo en las Chafarinas. La Delegación del Gobierno únicamente se limitó a confirmar que habían llegado inmigrantes a las islas y que habían recibido asistencia de la guarnición militar. Al cierre de esta edición no dio más datos al respecto, a pesar de que había dejado la puerta abierta a la posibilidad de emitir una nota de prensa a lo largo de la tarde.

Por eso esta madrugada todavía se desconocía oficialmente qué va a ocurrir con los siete inmigrantes que habían llegado a las Chafarinas, islas de soberanía española desde 1848 y que están custodiadas en estos momentos por una treintena de soldados del Tercio Gran Capitán I de la Legión. Esta unidad comparte la misión con el Grupo de Regulares número 52, ya que ambas unidades van alternando su presencia en el archipiélago.

Gran presión en 2012
Hay que recordar que las Chafarinas, al igual que otras islas y peñones de soberanía española del norte de África, sufrieron una importante presión migratoria en verano de 2012, hasta el punto de que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció en su visita a Melilla que la Guardia Civil se encargaría de vigilar las Chafarinas para evitar que siguieran llegando pateras desde la cercana costa marroquí. Sin embargo, aquella medida no se llegó a materializar.

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Redacción

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