El jefe de Telecomunicaciones en Melilla, Juan Luis Higueras, precintaba por orden de la Dirección General, los aparatos que hacían posible las emisiones de la televisión del empresario melillense Francisco Platero y que estaban destinados a servir de base de la futura emisora municipal que impulsaba el alcalde Ignacio Velázquez y que con el tiempo se convertiría en TVM. Se argumentaba que la emisora invadía la frecuencia del servicio aeronáutico. Lo contradictorio es que por aquella época emitía la cadena CNM (Canal Melilla), tal ilegal como la de Platero y sin embargo, no se precintó.
La UPM pedía al PP local que se rebelase ante su organización nacional y defendiera un auténtico estatuto de autonomía para Melilla, para atender las aspiraciones de los melillenses.