La cepemista Dunia Almansouri quiere que el Reglamento para la garantía de la convivencia ciudadana y la protección del espacio urbano de la ciudad autónoma de Melilla incluya que los menores extranjeros no acompañados (MENA) no puedan "deambular por las calles a determinadas horas". En rueda de prensa, la diputada del principal partido de la oposición informó de que éste es uno de los tres puntos "primordiales" que ha de incluir el citado documento para el voto favorable de su formación. Los otros dos tienen que ver con la inmigración y la prostitución. La diputada del Grupo Coalición por Melilla (CPM), Dunia Almansouri, habló ayer de la postura de su formación respecto al Reglamento para la garantía de la convivencia ciudadana y la protección del espacio urbano de la ciudad autónoma de Melilla, un documento que está en fase de estudio por los Grupos de la oposición, que pueden presentar propuestas y enmiendas al mismo.
La cepemista, en rueda de prensa, indicó que hay tres puntos que condicionan el voto favorable de CPM a este Reglamento. Uno de ellos tiene que ver con los menores extranjeros no acompañados (MENA). Almansouri aboga por que este documento recoja las obligaciones que debe cumplir este colectivo, así como por que no se les permita "deambular por las calles de la ciudad a determinadas horas".
Otro de los puntos clave para CPM es el de la solidaridad, recogido en el artículo seis del Reglamento. Tal y como explicó Dunia Almansouri, este artículo recoge que es un deber básico de convivencia ciudadana tratar con respeto, atención y solidaridad especiales a aquellas personas que más lo necesiten.
"Es un artículo muy genérico, porque la solidaridad es algo muy objetivo", resaltó la cepemista, que apostó por que en este articulado se incluyan campañas o programas de concienciación y solidaridad hacia los inmigrantes.
El tercer punto "primordial" para CPM es el artículo 36 de este Reglamento, en el que "se intenta regular la prostitución en la ciudad". En este sentido, Almansouri dejó claro que su partido siempre ha entendido la prostitución como "una especie de violencia hacia la mujer". El Reglamento, al parecer, habla de la prohibición de prácticas sexuales y el ofrecimiento, solicitud, negociación y aceptación directa o indirecta de servicios sexuales en la vía pública cuando estas prácticas afecten a la convivencia ciudadana.
Para la cepemista, este artículo "no dice nada", y recordó que, aunque la legislación española no prohíbe la prostitución, lo cierto es que hay algunos ayuntamientos que han regulado en este sentido, sancionando a quienes hacen uso de la mujer. Según Almansouri, este documento "equipara la prostitución con una sanción de tráfico de alguien que vaya en bicicleta".
"Se debe sancionar a quien hace uso del cuerpo de la mujer como objeto del deseo", aseveró la diputada del Grupo CPM, quien además instó a que este Reglamento recoja un itinerario de inserción social y laboral para aquellas personas que hayan tenido que acceder a la prostitución como medio de vida. Lo que Almansouri quiere es que estas personas tengan una "vida digna con formación y planes específicos de empleo, que sean como un grupo más de personas en riesgo de exclusión social".
Con todo ello, la representante del principal partido de la oposición señaló que el Reglamento para la garantía de la convivencia ciudadana y la protección del espacio urbano de la ciudad autónoma de Melilla "se ha elaborado con subjetividad", dado que su articulado "está muy abierto al criterio de cada persona".
