A través de la exposición de "La coherencia y sintonía que debe haber entre la legislación penal, la de extranjería y la penitenciaria", explicó que no cabe duda que la legislación penal y la de extranjería parten de un postulado que es aquel que de alguna forma determina que el extranjero que delinque en España tenga que ser expulsado y abandonar nuestro país. Sin embargo, el subdirector general de Tratamiento y Gestión Penitenciaria dejo claro que la política penitenciaria, por el contrario, establece un postulado de reintegración social de todas las personas con independencia de su nacionalidad porque de alguna manera viene a suponer una especie de enfrentamiento entre lo que es la expulsión del extranjero que delinque y la posibilidad de reintegrarle en la sociedad española, teniendo en cuenta que un 40% no tiene ningún horizonte que les vaya a permitir esa integración social en España.
Por tanto, dijo que de alguna forma hay que diferenciar que la condición de extranjero en el sistema penitenciario español no es homogénea, sino que hay una serie de clases diferentes que requieren una especie de trato distinto que no es discriminatorio, por supuesto, porque es tratar diferente la de aquellos que no teniendo ningún horizonte de integración social en España están avocados a la expulsión, con lo cual hay que actuar de una forma distinta a la de aquellos que tienen posibilidades de quedarse en España por algún tipo de arraigo social, familiar o laboral, “con los cuales de alguna forma la fórmula de ejecución penal sería diferente”
Objetivo
El objetivo de la ponencia fue, por tanto, tratar de diferenciar los distintos tratos de aquellos extranjeros que tienen un horizonte de integración social en España de aquellos que no tienen ninguna posibilidad de hacerlo y que” al final les va suponer necesariamente acabar en la marginalidad”.
