Alrededor de las 18.30 horas, algo más tarde de lo previsto, miles de personas salían desde la Mezquita Central hasta la Plaza de España para expresar su apoyo al pueblo palestino. Una manifestación convocada por Coalición por Melilla (CPM) en la que no faltaron gritos de los asistentes ni pancartas en favor de Gaza, y mucho menos banderas palestinas, de las que se contabilizaron decenas. La marcha transcurrió con normalidad. Justo al final, un grupo de manifestantes quemó una bandera de Israel. La manifestación convocada por Coalición por Melilla (CPM) en apoyo al pueblo palestino es "una de las más numerosas que se han hecho en Melilla". Fueron miles las personas que secundaron esta marcha, cuyo lema fue 'El silencio mata'. Según el Cuerpo Nacional de Policía, acudieron unas 2.000 personas; según la organización, alrededor de 5.000. Entre los asistentes, integrantes del Partido Socialista de Melilla (PSME-PSOE), miembros de la Comisión Islámica de Melilla (CIM) y Los Verdes, que confirmaron su presencia el pasado jueves.
A las 18.30 horas, media hora más tarde de lo previsto, daba comienzo la manifestación que llegaría a las 20.00 horas a la Plaza de España, frente a la sede de la Delegación del Gobierno. Decenas de banderas palestinas, manos y rostros pintados de rojo, carteles en apoyo a Gaza -la mayoría escritos en castellano, pero algunos en árabe-, niños portando carteles que formaban las palabras 'Free Palestine' (Palestina Libre). En el cielo sobrevolaba el helicóptero de la Policía Nacional.
La marcha recorrió las calles de García Cabrelles, Sor Alegría, parte de la Avenida Reyes Católicos, la Avenida Juan Carlos I y la Plaza de España con casi total normalidad. Tan sólo un grupo, algo exaltado, se paró frente a las puertas de una tienda regentada por un comerciante de religión hebrea, pero la cosa no fue a más. El grupo fue disuelto por los propios manifestantes y, de hecho, los agentes de la Policía no tuvieron que intervenir.
Niños, mujeres y hombres de todas las edades recorrieron las calles del centro en apoyo al pueblo palestino gritando 'Somos todos Palestina', 'Terrorista Israel', 'Hermanos palestinos jamás serán vencidos', 'Asesinos del pueblo palestino', 'No es una guerra, es un genocidio', 'No a la guerra, sí a la paz', 'Terrorista Israel', 'Somos niños, no nos maten', 'Israel asesino del pueblo palestino'. Gritos que se unieron a las múltiples pancartas, algunas en telas, otras en papel, en las que se podía leer 'Ellos podrían ser nuestros hijos', 'Israel, de qué vas, a Hitler superas', o 'Los poderosos forman parte de esta masacre'.
La manifestación fue por las distintas calles, cortadas al tráfico por la Policía Local y contando con la seguridad de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía durante todo el recorrido, hasta llegar a la Plaza de España. Allí, junto al monolito de la Constitución Española, el dirigente de CPM Yasin Puertas hizo lectura del manifiesto "consensuado con las organizaciones convocantes".
"Nos reunimos para protestar y condenar enérgicamente, una vez más, el asesinato indiscriminado, la masacre planificada, el genocidio de más de 40 años que está llevando a cabo el Estado terrorista de Israel contra la población civil inocente de Gaza", señaló Puertas, que leyó el manifiesto rodeado de pequeñas cajas que simulaban ataúdes de niños palestinos, en los que incluso se podían leer los nombres reales y la fecha de nacimiento y muerte.
El cepemista lamentó que se esté usando "armamento prohibido" contra la población Civil de Gaza. "Basta de lanzar misiles contra niños, basta de bombardear colegios, parques, hospitales", pidió Yasín Puertas, que afirmó que "no ha habido en la historia de la humanidad un asedio tan terrible, un castigo tan inhumano". "Nunca antes una nación entera, hombres, mujeres, ancianos, niños y bebés, habían sufrido durante tanto tiempo tantas desgracias provocadas por el hombre", subrayó el dirigente cepemista, que señaló que "jamás a un pueblo entero se le había despojado de sus tierras y pertenencias y se le había el negado a exigirlas".
Es más, preguntó Puertas si "acaso un bebé recién nacido ha podido cometer algún delito", o si acaso Israel no sabe que "bombardeando un refugio, un parque o un colegio va a asesinar a muchos niños inocentes".
"Hoy no somos Pepe, ni Mohamed, ni Moisés, somos Melilla", resaltó el dirigente de CPM, que indicó que "Melilla dice basta por humanidad, porque quiere un mundo mejor sin injusticias, sin muertes, sin guerras". Y es que con el "grito" de los melillenses, los ciudadanos se definen como "seres humanos, ciudadanos del mundo, ejemplo de convivencia, orgulloso de ser lo que somos y de luchar por las causas justas, allá donde estén en peligro".
