Un grupo afiliados de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) se reunió ayer para tratar las declaraciones públicas realizadas por su presidenta Margarita López Almendáriz contra la manifestación que tuvo lugar el pasado 1 de agosto para denunciar los ataques de Israel contra la población civil de Gaza, a raíz de las pintadas aparecidas en establecimiento Súper Sport. Según ha informado a este periódico un portavoz de los empresarios molestos con Almendáriz, estos afiliados, que forman parte del "80 por ciento de afiliados musulmanes que tiene CEME en Melilla", solicitarán la dimisión de Almendáriz por considerar que sus declaraciones "son irrespetuosas con los empresarios musulmanes que forman parte d CEME y que han vivido con dolor el genocidio en Gaza" apuntaron. Todo ello después de que Margarita López relacionara el ataque a Súper Sport con la manifestación convocada por CPM el 1 de agosto, algo que dichos afiliados de CEME consideran incierto porque aseguran que en la misma manifestación, el propio Aberchán advirtió que "hay quien está deseando un conflicto entre comunidades y no les vamos a dar el gusto; queremos que estén aquí con nosotros", negando de este modo que el incidente de Súper Sport tenga relación con esta protesta pacífica. Los afiliados reunidos, que aseguran que el 80% de los integrantes de CEME son musulmanes, aguardan una rectificación pública de Margarita López Almendáriz y reconozca que este hecho no tiene nada que ver con una manifestación pacífica. De lo contrario, le piden “que se vaya”, dijeron anoche.
