El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, pidió ayer apoyo para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y más concretamente de la Guardia Civil, porque con su despliegue en la valla “está defendiendo la frontera de España en Melilla”. Imbroda salió así al paso de las críticas que ha recibido el instituto armado esta semana con la difusión de dos vídeos de Human Rights Watch (HRW) y la ONG melillense Prodein en los que se denunciaban situaciones de violencia en la valla de Melilla contra los inmigrantes por parte de agentes uniformados. “La Guardia Civil está actuando como tiene que actuar en la frontera para defender el perímetro de la ciudad, para defender España y para que no entren violentando una frontera”, subrayó Imbroda antes de recordar que este cuerpo está realizando esta labor en unos “momentos de inseguridad” a algunos kilómetros de Melilla. Se refirió concretamente a la amenaza terrorista y “a la otra inseguridad de las enfermedades contagiosas”, en alusión a la alerta por el virus del ébola.
Imbroda argumentó que los melillenses tienen que tener la seguridad “al 100%, o al menos en un porcentaje alto”, de que quienes entren en la ciudad no son terroristas ni son “gente con algún problema”.
“Ya está bien. Defendamos la valla como hay que defenderla, no se puede traspasar ilegalmente”, insistió Imbroda dejando claro que con sus palabras no estaba criminalizando a “las miles de criaturas que quieren buscar un mundo mejor”. Sin embargo, justificó que “también hay que pensar en la casa de uno” y por eso hay que “pensar primero en los melillenses, en la Guardia Civil y en la Policía Nacional”.
El presidente autonómico también aludió a los “momentos muy delicados” que ha atravesado la valla de Melilla, con una “presión enorme en los últimos días” después de varios intentos de entrada consecutivos la semana pasada, en uno de los cuales un guardia civil taponó con sus manos la hemorragia que sufría un inmigrante tras una caída.
“Taponarla con la mano cuando hoy en día hablamos de tantas enfermedades contagiosas de alto riesgo que se están produciendo kilómetros más abajo, que un funcionario haga esto dice mucho de la Guardia Civil y la Policía Nacional”, destacó Imbroda lamentando que “esto no vende” ni importa a quienes critican el trabajo que hacen. Al hilo, dijo no entender cómo es posible que un juzgado de Melilla haya admitido a trámite una denuncia “porque la Guardia Civil esté defendiendo la frontera”, y consideró que “habría que apoyar a las Fuerzas de Seguridad del Estado porque están defendiendo la frontera de España en Melilla, máxime en momentos de inseguridad como ahora”.
Por último, sostuvo que su defensa de la Guardia Civil “es como desde el primer día”, y recordó que en verano de 2010, cuando se produjo la crisis fronteriza y las mujeres de la Policía Nacional fueron vejadas e insultadas en la frontera con Marruecos, también salió públicamente apoyando a este Cuerpo frente al silencio del entonces delegado del Gobierno, Gregorio Escobar.
