El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, pidió ayer seriedad a quienes han denunciado ante la Justicia la actuación policial en la valla de Melilla por presuntas irregularidades en la entrega de inmigrantes a las autoridades marroquíes. Una de esas denuncias, presentadas por diversas ONG como Prodein, han sido admitida recientemente a trámite por el Juzgado de Instrucción número 2, que ha abierto diligencias previas para investigar lo ocurrido en el salto masivo del 18 de junio. El Barkani, en una entrevista concedida ayer a Onda Cero, consideró que aquellas personas que planteen políticas de puertas abiertas y defiendan que los inmigrantes tienen razón para entrar a la ciudad “se equivocan” cuando “se dedican a poner denuncias poniendo incluso en entredicho la labor de la Guardia Civil”. “Hay que ser mucho más serios”, dijo el delegado del Gobierno ante la situación que se plantea ahora, a raíz de la cual la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha vuelto a reclamar que se elabore un protocolo de actuación para que los agentes de servicio en la valla tengan seguridad jurídica.
Sobre esta petición, El Barkani reiteró el argumento que ya ha dado en otras ocasiones al respecto al apuntar que no puede dar un protocolo de actuación a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado porque “forma parte de la profesionalidad de cada cual”. “No soy quién para dar un protocolo a la Guardia Civil, porque sus miembros son auténticos profesionales que conocen su trabajo”, insistió El Barkani “con absoluta sinceridad y honestidad”.
Al hilo, el delegado del Gobierno salió en defensa de la “magnífica labor” que hacen los guardias civiles en la valla, donde actúan “con una dificultad y profesionalidad enormes”, por lo que quiso darles las gracias. En cualquier caso, recordó que si este cuerpo de seguridad está desplegado de forma permanente en la frontera entre Melilla y Marruecos “es porque hay ciertas personas que quieren entrar por donde no deben”.
Éste es, para El Barkani, el análisis más sencillo del problema de inmigración clandestina que sufre Melilla y que muchas veces no se tiene en cuenta cuando se habla de él. Así, insistió una vez más en su idea de que es necesario “devolver a los estados” el control de la inmigración para que ésta sea regular y ordenada mediante una política de inmigración común. “Hasta que no estemos concienciados de que no se puede entrar forzando una valla, entrando en patera u oculto en un doble fondo, no tendremos una inmigración regular, y eso significa quitarle el control a las mafias”, afirmó.
Precisamente al hablar de las redes de tráfico de seres humanos, El Barkani dejó claro que aquellos que cuestionan su existencia o creen que es “un invento” del Gobierno o las fuerzas policiales “se equivocan”. No en vano, aseguró que las investigaciones han permitido constatar que actúan desde los países de origen hasta el Gurugú con una estructura “absolutamente descrita de cómo trabajan a distintos niveles”.
“Un poco más tranquilos”
Hace casi dos semanas que no se vive ningún intento de entrada masiva en la valla, algo a lo que El Barkani aludió reconociendo que “estamos un poco más tranquilos”. Sin embargo, “no dejamos de estar en situación de alerta”, ya que hay “un número indeterminado” de inmigrantes en el monte Gurugú, que según las cifras que han salido publicadas ha pasado de unos mil a principios de este mes a unos 300 ó 400 en estos momentos. “Lo ideal es que no hubiera ninguno y que retornaran voluntariamente a sus países”, comentó El Barkani aludiendo al programa que tiene en marcha el Ministerio del Interior, para evitar que los inmigrantes que entren de forma irregular mantengan su clandestinidad una vez en Europa.
El Barkani informó de que en la madrugada de ayer hubo un avistamiento de un grupo de inmigrantes que pretendía saltar la valla, lo que obligó a que el helicóptero de la Guardia Civil entrara en servicio. Asimismo, consideró que la “buena relación” que existe entre España y Marruecos en estos momentos “quizá es la mejor” por la colaboración que mantienen ante problemas comunes, entre ellos la inmigración irregular y el narcotráfico.
El delegado del Gobierno, que consideró que “está mal” utilizar “de manera irresponsable” la inmigración en el juego político, destacó una vez más la eficacia la malla antitrepa. Este método, aunque “no es la panacea ni lo único”, ha logrado reducir con una “diferencia abismal” el número de entradas irregulares respecto a las que había antes de su instalación.
También reiteró su petición de una política común de inmigración en Europa, además de una mayor concienciación sobre el problema, si bien se mostró convencido de que con el nuevo Parlamento Europeo se conseguirá porque España tendrá un “papel importante” en este sentido.
Por último, explicó que se introdujo en Melilla a los encaramados en la valla en el salto del día 12 porque había “problemas de seguridad”.
