Un total de 15 inmigrantes de origen subsahariano -todos dicen proceder de Camerún-, lograron acceder ayer a Melilla tras un intento de salto masivo a la valla que tuvo lugar junto a la frontera de Beni Enzar. Hubo dos intentos, uno a las cinco de la madrugada del viernes al sábado, protagonizado por unos 250 inmigrantes, y otro justo después, por unos 70 inmigrantes. Fue en este segundo intento cuando 15 consiguieron llegar a la ciudad. Además, de este grupo, una veintena se encaramó a la valla. De todos ellos se hicieron cargo las fuerzas marroquíes. Un grupo de 250 inmigrantes de origen subsahariano, a la carrera, intentó acceder en la madrugada de viernes al sábado a Melilla, sobre las 05.00 horas, por la frontera de Beni-Enzar. Según informó la Delegación del Gobierno a través de una nota de prensa, la "rápida reacción" del Cuerpo Nacional de Policía, que procedió al cierre de las verjas fronterizas, impidió que ninguno pudiera acceder a Melilla en este primer intento.
No obstante, los inmigrantes no desistieron y protagonizaron, de seguido, un salto masivo a la valla por la zona próxima a la citada frontera, conocida como Arroyo de Beni-Enzar. En este segundo intento, un total de 15 inmigrantes accedieron a Melilla y unos 70 lograron encaramarse a la valla, de los que 50 fueron desistiendo, haciéndose cargo de ellos las fuerzas marroquíes. El resto, alrededor de unos 20, siguieron subidos a la verja hasta primeras horas de la tarde, desatendiendo por completo la intermediación de los agentes para que abandonen su actitud. A las 16.30 horas, tras más de once horas, bajó el último inmigrante que se encaramó a la valla.
De hecho, uno de ellos se subió a una farola y no dudó en amenazar con un gancho de hierro a un agente de la Guardia Civil que, a bordo de una grúa de un vehículo del Cuerpo de Bomberos, intentó dialogar con él para que depusiera su actitud. El subsahariano utilizó contra el guardia uno de los ganchos de hierro de fabricación rústica que los inmigrantes han empezado a utilizar para intentar sortear la malla antitrepa que reviste la valla fronteriza con Marruecos.
También se dieron otros episodios de amenazas, como el de otro subsahariano que adoptó una "actitud violenta" contra un guardia, al que "se ha enfrentado con un cuchillo casero", en respuesta a los intentos del agente para que desistiera de su actitud y optara por bajarse del vallado.
De los 15 inmigrantes que accedieron a la ciudad, cinco de ellos necesitaron asistencia sanitaria y, siendo trasladados a Urgencias del Hospital Comarcal, donde fueron atendidos por contusiones varias, pero en ningún caso graves. Todos ellos fueron dados de alta a lo largo de la mañana y, como el resto de los que lograron entrar, fueron trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Uno de los atendidos declaró ser menor de edad. En todos los casos, dicen proceder de Camerún. También resultó contusionado en un brazo un guardia civil que, no obstante, no ha solicitado baja del servicio.
Apoyo a las FSE
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, transmitió una vez más a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (FSE) su total apoyo y, en especial, a los agentes que cubren servicios de difícil desempeño en la custodia y defensa de la frontera sur de Europa. Asimismo El Barkani, agradeció al Cuerpo de Bomberos su cooperación y rápida disposición cada vez que la Guardia Civil solicita su colaboración.
El de ayer es el primer salto desde el pasado 15 de agosto. A lo largo de este mes han conseguido llegar a la ciudad autónoma más de cien inmigrantes.
