Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Tribuna Pública

Marruecos, la inmigración, Soufiane el marino y un comunicado trampa

Como era de esperar el verano ha traído una vez más las dosis acostumbradas de enfrentamiento entre España y Marruecos debido a la conflictiva política desplegada desde el reino alauita. Lo grave es que, con excepción de algún periodista avispado, la mayor parte de los medios de comunicación junto a los Gobiernos de ambos países, han intentado una vez más engañar a los sufridos ciudadanos, en particular los españoles, … …quienes, apenas son capaces de entender la realidad de unas relaciones abocadas al fracaso debido a la intransigencia y mala fe de una de las partes, en este caso la marroquí. Pero vayamos por partes porque la situación en el reino alauita parece ser grave y podría ser la explicación al desencadenamiento de todo lo sucedido recientemente.

De este modo, parece que los problemas comenzaron el pasado doce de agosto, momento en que casi dos mil inmigrantes subsaharianos pasaron a la península por vía marítima y sin billete. Aquella situación fue criticada por la inacción de las fuerzas de seguridad marroquíes, según denunciaron en su día algunas organizaciones no gubernamentales radicadas en Tánger. Según parece, durante dos días hubo carta blanca para salir al estrecho y llegar a las costas europeas. Más tarde nos enteramos de los altercados que se viven en Tánger entre marroquíes y subsaharianos, llevando la peor parte estos últimos, pues suelen ser tratados con violencia por parte de la policía y los mamporreros del Majzén, los baltagia, una especie de sicarios civiles al servicio del régimen, muy utilizados por cierto en los territorios ocupados del Sahara Occidental.

Una española fue agredida por un comisario de policía y varios agentes, e intimidada por varios baltagias. Pese a ello, el Gobierno español no exigió explicaciones a Marruecos. Lo cierto es que la situación de penuria económica en Marruecos es palpable y los enfrentamientos entre marroquíes y subsaharianos no harán sino incrementarse progresivamente. Por cierto, en Melilla es perceptible esa penuria, pues son muchos los marroquíes que se alimentan de los contenedores de basuras de la ciudad, algo perceptible en los últimos meses.

La crisis del día doce de agosto fue explicada por el ministro del Interior marroquí, el señor Hassad, debido a unos fallos de coordinación, una disfunción, que nadie se creyó pero que hubo que acatar. Pero el caso es que luego nos enteramos de que resulta que a Mohamed VI se le dio el alto una semana antes en aguas de Ceuta. Bien, hasta aquí el relato de los hechos. Podrían ser falsos pero lo cierto es que nadie los ha desmentido. El caso es que Mohamed VI, embarcado en el ‘Soufiane Elbahri’ decidió acceder a las aguas de Ceuta, españolas. La Guardia Civil le echó el alto y se monta la marimorena. El rey de Marruecos decía que se había avisado antes a las autoridades españolas pero lo cierto es que ni la Delegación del Gobierno en Ceuta lo sabía ni tampoco la Guardia Civil. Es extraño que no se diera el comunicado, como lo es que Mohamed VI llamara al rey de España y no al Ministerio del Interior para solucionar el desaguisado. Parece que Felipe VI se enfadó por lo sucedido. Lo lamento majestad, pero espero que a partir de ahora también lamente las actuaciones marroquíes en contra de Melilla y Ceuta, a ver si es capaz de criticarlas. Todo parece indicar que no hubo tal aviso y que si acaso, este apaño pudo haber sido pactado por los dos reyes, algo que debería ser explicado o desmentido por Zarzuela, de lo contrario, mal empieza el reinado don Felipe, como su padre, ya lo advertí en otro artículo. Los hechos son más graves en la medida en que se obligó al teniente coronel de la guardia civil de Ceuta a acudir a la lancha de Mohamed VI tras las órdenes, supuestamente, del ministerio del Interior, aunque no lo ha explicado el ministro. Por si fuera poco parece que es contradictoria la actuación del teco de la guardia civil pues se afirma que se puso a disposición del monarca marroquí, algo grave siendo un militar español aunque otras fuentes afirman que solo se limitó a pedir excusas, algo estúpido, pues la guardia civil no pide excusas por hacer su trabajo. Creo que una comparecencia del ministro del Interior sería urgente y debería explicar estos extremos que no hacen sino dejar en ridículo a todos los españoles.

El último capítulo de la escena se produjo el 17 de agosto en una reunión sorpresa en Tetuán en la que se reunieron los ministros del Interior de España y Marruecos, firmando un documento conjunto que, todo indica, ha sido redactado y traducido al español por las autoridades marroquíes. El documento conjunto es curioso por distintos motivos, vayamos a ellos. En primer lugar, en el preámbulo, se afirma que esa reunión es ejemplo de “la fortaleza de las relaciones fraternales” entre los reyes de España y Marruecos. Bien, lo cierto es que relaciones fraternales solo las tienen los hermanos. La utilización de ese vocablo es signo de la imposición de un determinado lenguaje por parte de Marruecos, de un comunicado que podía estar escrito antes de que llegara el ministro, muy del gusto del reino aluita. Se afirma también que hay un compromiso de “sus gentes”, en referencia españoles y marroquíes por la democracia y la libertad. Es curioso que no se aluda a Marruecos como Estado y sí a sus gentes aunque es comprensible en la medida en que el reino alauita no es una democracia. Es sin duda un fallo garrafal de las autoridades marroquíes al redactar el comunicado.

A continuación se hacen alusiones a varios temas como la OPE de la que se dice que ha habido cooperación para hacerla más fluida, mejorando la comodidad de los pasajeros. Sin embargo las protestas estos meses han sido evidentes por la lentitud en el paso de la frontera de Melilla y Ceuta. Parece que de nuevo se intenta defender la imagen de Marruecos. Lo mejor llega en el apartado de inmigración donde directamente el ministro español agradece “a su homólogo marroquí los esfuerzos desplegados por las autoridades marroquíes en materia de lucha contra la inmigración irregular”, justo lo que no hizo Marruecos el pasado día doce de agosto. Es más, el comunicado se refiere a los “intentos” de entrada de los días once y doce de agosto. Para ser intentos no está mal pues llegaron casi dos mil. El nauseabundo comunicado prosigue afirmando que la lucha contra la inmigración irregular se hará en el marco “del respeto a los derechos humanos”. Bien, lo cierto es que la represión marroquí contra los inmigrantes es criticada desde instancias internacionales por lo contrario, por violar de manera sistemática esos derechos, como ha sucedido recientemente en el Gurugú. Pero hay más y es que se le da un masaje a Mohamed VI alabando “la visión humanista” de la política de inmigración puesta en práctica por su iniciativa. No puede haber mayor acto de sumisión de España a las autoridades marroquíes, vergonzoso.

Terminamos. Como el comunicado lo redactó un marroquí y luego lo tradujo al español, mal traducido, utiliza una expresión en lengua francesa hispanizada, las “embarcaciones de fortuna”, es decir, “de fortune” improvisadas sería una buena definición. Todo un despropósito vamos. Y eso, en aras de la “estabilidad y la seguridad” es lo que ha firmado el ministro del Interior del reino de España en su visita sorpresa a Tetuán para rendir pleitesía a nuestro rey moro particular, el tal M6 que tuvo a bien un día de agosto, entrar en aguas jurisdiccionales españolas, emulando la leyenda de su abuelo, Mohamed V, en la supuesta visita de incógnito que habría hecho nada menos que a Melilla en 1959. Pero esto es otra historia, ya la contaremos en un artículo. Lo único cierto y veraz es que Soufiane el marino, el nombre de la lancha de M6, seguirá surcando los mares, porque para él no hay fronteras.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€