Este año son muchas más las melillenses que han decidido vestirse de flamenca para vivir la Feria de la ciudad. Y no sólo niñas, sino también mujeres. Por la Plaza Multifuncional de San Lorenzo, entre cacharritos, casetas y farolillos, se ven decenas de melillenses luciendo el vestido de gitana de diferentes formas. Largos o cortos, con mantón o sin él, con lunares o de colores lisos, pero todos con volantes. Este año, el Real de la Feria se ha convertido en un mar de volantes en honor a la Patrona de Melilla, la Virgen de la Victoria. Quienes hayan acudido a la Feria en estos primeros tres días de fiestas, habrán podido comprobar la cantidad de mujeres y niñas que este año han decidido ponerse más flamencas que nunca para homenajear a la Virgen de la Victoria. Las melillenses han optado este año así por disfrutar de las fiestas patronales vestidas como la ocasión merece. Eso sí, la inmensa mayoría de quienes deciden vestirse de gitana, lo hacen por la noche. Durante la Feria de día, como cada año, grupos de amigos portando camisetas con mensajes divertidos para bailar en las casetas.
Los vestidos de gitana se llevan cortos y largos, con más o menos complementos, con mantón o sin él, con lunares o sin ellos, pero todos con volantes, muchos volantes. En esta Feria las melillenses llevan vestidos de flamenca de todos los colores, ya sean lisos y estampados. El rojo, solo o combinado con otros tonos, predomina por encima del resto.
Tampoco falta el rosa, sobre todo en las niñas, todas guapas, con tacones de baile y complementos. También el verde y el blanco, los colores más andaluces, tienen cabida en los vestidos de gitana de esta Feria de Melilla. Mucho de los trajes llevan pasacintas, piculinas, encajes, puntillas y bolillos. Y todas las melillenses, pequeñas y mayores, portan sobre la cabeza una peineta de gran tamaño acompañada de una gran flor o de dos flores más pequeñas.
No hay que olvidar los trajes de flamenca en color azul, en todas sus tonalidades. Se llevan con mangas largas y medias mangas, pero todos con volantes. El color azul, en ocasiones, se entremezcla con el negro, con zonas de encaje, adornados con cintas y con madroños. Por cierto, que el negro es otro de los colores que se deja ver estos días por la Plaza Multifuncional de San Lorenzo.
Lo que no se ve por la Feria es el traje regional de Melilla, que precisamente este verano ha cumplido 20 años. Las melillenses se decantan más por los tradicionales vestidos de faralaes. No obstante, el día en que se procesiona a la Patrona, sí que se ve por las calles de la ciudad el traje típico de Melilla que diseñaron Joaquín Callejón y Diego Piñero.
Y ellos. Los melillenses también se visten para la Feria, aunque, en este caso, son los más pequeños los que lucen de corto o de campero. En estos casos, prevalecen los colores gris oscuro y negro, acompañados de una camisa blanca con o sin bordados en la parte delantera, de unos tirantes y un fajín rojo.
