El secretario general del Partido Socialista de Melilla (PSME-PSOE), Gregorio Escobar, aseguró ayer que la forma de actuar del Gobierno de la Ciudad Autónoma en el último Pleno de Control, celebrado el pasado viernes, denota que, "una regeneración democrática que la Ciudad Autónoma necesita como el comer, sólo puede venir con un cambio de Gobierno en mayo de 2015". El líder del PSOE en Melilla así lo indicó habida cuenta de que la forma de actuar del Ejecutivo, "de querer esconderse", algo que, en su opinión, hace patente que se está ante "un Gobierno agotado, atrincherado, preocupado por mantenerse en sus puestos y por que nadie ponga en tela de juicio su forma de trabajar". Escobar, en rueda de prensa, subrayó que un Pleno de Control debería servir a los Grupos de la oposición para "controlar al Gobierno y exigirle explicaciones sobre cuestiones que inquietan y preocupan a los ciudadanos". Por eso, expuso, lo que se vivió el pasado viernes "fue una fantochada", máxime cuando, de las 25 preguntas que la oposición podía hacer, el Grupo Popular (PP) "se negó a contestar 10". Es más, los socialistas "sufrieron el hecho de que el cien por cien de las preguntas planteadas no se contestaron". "Debe ser que al Gobierno le da miedo a hablar delante de los ciudadanos".
El socialista subrayó que el Ejecutivo local hace uso del Reglamento Orgánico de la Asamblea (ROA), "que nació del idilio del PP y del Grupo Coalición por Melilla (CPM), "de manera torticera", usando la respuesta por escrito a preguntas "sin complejidad técnica".
Como ejemplo, el líder del PSOE local recordó que una de las preguntas que su Grupo llevó a Pleno consistió en saber si era habitual que desde las Consejerías se llamaran a los empresarios de forma directa para ofrecerles contratos o servicios. "Podrían haber contestado que no, o que es mentira", comentó Escobar, que manifestó que, a medida que se va conociendo el sumario de la Operación Ópera, "se sabe que hay un empresario que se agenció dos millones de euros del Gobierno en contratos menores y que el único cliente que tiene es la Ciudad".
Al parecer, relató Escobar, a este empresario "le llamaron directamente de la Consejería" y, según consta en el sumario, "él no puso la cantidad por la que licitaba", sino que era la propia área de Medio Ambiente. Además, en relación a las facturas que este empresario presentaba, el sumario recoge que "las horas y las personas contratadas" las ponía la propia Consejería. Y que "todo el mundo sabía que él -el empresario- no hacía esas facturas".
Otra de las preguntas que el Gobierno contestará por escrito fue la de los criterios utilizados por el Ejecutivo a la hora de fijar los costes de la contratación de letrados externos, sobre todo cuando la Ciudad Autónoma cuenta con un gabinete jurídico "dotado con profesionales de reconocido prestigio".
