Aunque los políticos no me hagan ni puñetero caso, yo les voy a dar unos consejos, que si los aceptan, tanto mejor para ellos, y para la ciudad que representan. Es referente a que muchas calles de nuestra ciudad requieren urgentemente un buen “lavado de cara”, y no me refiero a la higiene guarrindonga, de cagadas de perros, ratas, meadas en los rincones, y basuras, ya que de eso también son culpables muchos vecinos que solo mantienen la limpieza de sus puertas hacia adentro. Yo quiero señalar los absurdos nombres que figuran en las esquinas de varias calles. Según el callejero editado en 2007, por la Escuela de Seguridad de Melilla, figuran en la calle Arcila, las calles (A y B); en las Canteras de Pablo Pérez (buenos bailoteos de pickúp), están (A y B); en la Carretera de Farhana, están la (A,B,C,D,E,F); Canteras del Carmen, (A,B,C); Horcas Coloradas, (A,B,C,D); Remonta (espalda Remonta): Coroneles Lacasa (Travesía Coroneles Lacasa); África (Travesía de África); Julio Romero de Torres (Travesía de Julo Romero de Torres); Japón (Travesía de Japón); Mesones (Travesía Mesones); Madrid (Travesía de Madrid); Calle La Viña, y Calle Cuesta de la Viña; General Martínez Campos y Plaza del General Martínez Campos; Teniente Montes Tirado, (Espalda Teniente Montes Tirado); Barracas de San Francisco, Calle de San Francisco y Callejón de San Francisco; Calle Méjico, (Travesía de Méjico), 1º,2º,3º travesías, y 4ª, que es proyecto; la calle Jacinto Ruiz Mendoza y Coronel García Gómez: ¿Qué nombre recibe cada tramo de dicha calle?. Por qué en la calle General Villalba, existe una lápida, desde principios del siglo XX, en la fachada de los Padres Paules en la que dice: “Paseo General Villalba”; ¿Es calle o es paseo?. También debieran figurar los cargos que tenían: Juan de Lara (Vicario); Miguel Acosta (Vicario); Padre Oses (Sacerdote); Benito Feijoo (sin acento en la última o). Sor Josefina (la retiró la República); María Dolores Segarra Gestoso, en proceso de Beatificación, nacida en Melilla el 15 de marzo de 1921, muerta en Granada y enterrada en Madrid.
Y ahora vienen las erratas en las placas: La calle Alfonso de Gurrea, que no era “Alfonso”, señores, sino Alonso de Gurrea, (sin la f); Calle Villamil, cuyo verdadero nombre era: Fernando Villaamil (con dos aes) Fernández Cueto, (Marino1845-1898); Hidalgo de Cisneros, cuyo nombre era Francisco, Teniente General de la Armada. A todo esto: ¿No merece una calle la Isla de Alborán, o el islote Perejil?; ya que en el callejero también figuran Islas y Peñones de Soberanía Española, o sea que son España como Ardales, Olivenza o Tarrasa, por ejemplo.
Fíjense, señores políticos, la cantidad de nombres de personajes que podrían ubicar en esas calles y “espaldas” a las mismas, pobremente denominadas con las letras del abecedario, como si en España no hubiesen nombres gloriosos en las Letras, en la Milicia, la Música, y en la Ciencia. Yo creo que debieran buscar personas entendidas en la Historia de nuestra ciudad, y que les proporcionen nombres de personajes, por ejemplo, de Héroes y Mártires en “ALTO Y CLARO”, en la Galería de Laureados en la Guerra de Marruecos (1909-1927), donde hay muchos de ellos que no figuran en nuestro callejero; y otros que sí, pero nadie sabe quién fue, ni qué hazaña llevó a cabo, como Pedro Segura, situado junto a la preciosa glorieta de “Los Héroes de Taxdirt”. Claro que primero debieran retirar a nuestro “amigo” Napoleón, porque la verdad es que, manda cojones el pertinaz mantenimiento de su nombre en esa calle; como los absurdos de “Espalda al Viento”, y “Subida al Viento”; como si el viento tuviera espalda y se pudiera subir al mismo, a coscoletas; porque eso es lo que el responsable de su colocación nos da a entender, tratándonos de simples memos. Si me lo permiten yo les voy a sugerir unos cuantos, por ejemplo: el de D. Manuel Romerales Quintero, fusilado por los “golpistas-héroes-salvapatrias”, en julio del 36, cuando era Comandante General de Melilla, que solo tiene el humilde nicho nº 29 de la tercera fila, de la Galería del Carmen, en La Purísima. D. Julio Moreno Rodríguez, Músico Militar, que enseñó música a varias generaciones de niños melillenses en las décadas 40, 50 y principios de los 60. Una vía principal, por ejemplo, en la entrada del Cementerio, donde se lea: “Avenida (o Plaza) de los Caballeros Laureados”; lo digo porque ya que estoy dando tanto coñazo para que La Purísima sea denominada: “Cementerio Nacional de Héroes”, pues quedaría cojonudo. Y para los que lo ignoran, quiero que sepan que ese Camposanto es el único en España donde descansan más laureados que en ningún otro cementerio. Señores políticos: investiguen, indaguen, y pregunten por doquier, y verán que estoy en lo cierto. Y también, muy importante, ¡ojo!, deben advertir a los operarios que vayan a dedicarse en escribir los nombres en esos preciosos y modernos letreros, que antes de poner una letra, una tilde, comillas o un paréntesis, si dudan, por favor, que pregunten al responsable cultural, y si éste es de ojaneta (no sabe), que se informe de los estudiosos, que en Melilla se cuentan con los dedos de las manos y creo que sobran dedos; no vaya a ser que pase con lo de “Villamil”, que es “Villaamil”, o “Alfonso”, cuando es “Alonso”. Bueno, pues haber si toman nota, porque casi todos los que nos visitan saben algo de Historia, y resulta un poco chungaleta ver esos fallos tan garrafales, en nuestras calles. También debo decir, para el que tenga la oportunidad de consultar la hemeroteca de “El Telegrama del Rif”, del 9 de abril de 1911, en el artículo firmado por D. Segis, con el título: “¿Dónde vive usted?. Calles sin Nombres y Nombres de Calles”, en el que entre otras cosas dice: “…..Hace falta averiguar si esta Corporación (entonces Junta de Arbitrios), va a continuar con el sistema de bautismo en dar a cada calle un apellido ilustre o el nombre de un guerrero…”. Creo que el actual responsable de la continuación de ese “sistema bautismal de calles”, debiera tomar muy buena nota. Todo sea por la cultura que debe imperar en esa digna corporación, que representa a todos los melillenses, y cómo no, también de los asesores que cobran sus buenos sueldos. Venga: ¡Ánimo!.
