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La Guardia Civil y Marruecos frustran el cuarto día seguido de presión en la valla

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Melilla vivió ayer su cuarto día consecutivo de aproximaciones e intentos de entrada en la valla fronteriza. Las fuerzas auxiliares marroquíes y la Guardia Civil consiguieron frustrar el objetivo de más de 200 inmigrantes que se acercaron al perímetro por la zona del arroyo Mezquita, cerca del aeropuerto y también en otro punto próximo al paso de Beni-Enzar. La mayoría ni siquiera llegó a tocar la valla y solo un grupo de medio centenar materializó el intento, aunque fue repelido. De estos 50 subsaharianos, uno entró a Melilla para ser trasladado al Hospital Comarcal por una herida en la cabeza. Según informó ayer la Delegación del Gobierno, el intento de salto tuvo lugar cerca del aeropuerto a las 7.45 horas. Tras abortar la avalancha, los agentes optaron por requerir asistencia sanitaria para el inmigrante, que tenía una brecha de dos centímetros en el cuero cabelludo. Esta herida inciso-contusa no revestía gravedad y fue dado de alta poco tiempo después de llegar.

El intento de salto obligó a llevar a cabo un amplio despliegue anti-intrusión a ambos lados de la valla y como medida de seguridad, también se cortó el tráfico en la carretera de circunvalación durante el salto masivo.

Este intento de entrada fue el único que se ha materializado después de toda una madrugada de avistamientos de grupos numerosos de inmigrantes. Concretamente, la Delegación del Gobierno explicó que uno de los grupos era de unos 150 subsaharianos, que se acercaron por la zona del cementerio islámico Sidi Guariach, el único tramo del perímetro donde Marruecos no ha instalado su propia valla en atención al camposanto. Precisamente ese fue el punto donde el día anterior tuvo lugar el intento de entrada masiva, que se prolongó durante 13 horas.

La Guardia Civil también detectó la presencia de otro grupo de inmigrantes de unos 70 subsaharianos en la zona del arroyo Mezquita, cerca de donde poco después se materializó el intento de salto de 50 de ellos cerca de las ocho de la mañana.

Poco antes de las seis de la mañana también se registró un aviso de avalancha de otro grupo de inmigrantes que no fue cuantificado, aunque la Delegación del Gobierno apuntó que era numeroso. Esta aproximación se dio a varios kilómetros de distancia, concretamente en el paso fronterizo de Beni-Enzar, que tuvo que ser cerrado al tráfico durante cinco minutos, desde las 05.40 hasta las 05.45 horas.

Todos estos avistamientos evidencian, según la Delegación del Gobierno, una “extrema presión migratoria” que mantuvo en alerta durante toda la madrugada a varias patrullas de la Guardia Civil, tanto de la Comandancia de Melilla como de los Módulos de Intervención Rápida (MIR) del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS).

Refuerzo legislativo justificado
El de ayer fue el segundo intento de entrada en 48 horas, el tercero de la semana y el noveno en lo que va de octubre. Además, hace el número 60 de este 2014, año en el que se ha duplicado la presión migratoria con una media de seis intentos al mes.

Para la Delegación del Gobierno, “los constantes intentos de acceso a Melilla por parte de grupos muy numerosos de emigrantes de origen subsahariano, dispuestos a violentar el perímetro de la frontera sur de Europa, justifican sobradamente el refuerzo legislativo que pretende el Gobierno de la Nación”. Se refiere así a la enmienda presentada por el PP a la Ley de Seguridad Ciudadana sobre las devoluciones en caliente de inmigrantes, la cual permitirá “avalar con mayor rotundidad legal el rechazo en frontera de aquellos que sean interceptados en los perímetros fronterizos de Melilla y Ceuta intentando acceder a cualquiera de las dos ciudades de forma clandestina, irregular o violenta”.

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Redacción

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