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Uno de cada cuatro niños de Melilla viven bajo el umbral de la pobreza

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Ayer sábado el presidente de UNICEF España, Carmelo Angulo, alertaba de que "uno de cada cuatro niños vive hoy en España por debajo del umbral de la pobreza", según se desprende del III Informe de la situación de los niños en España realizado por la entidad. Melilla no se escapa de esta dantesca situación si se tiene en cuenta que según este mismo informe en la ciudad el 18 por ciento de los niños viven en hogares con carencias materiales severas y el 20 por ciento, además, en hogares castigados por el desempleo de todos sus miembros. La pobreza "tiene cara de niño", según denuncia UNICEF y en Melilla, también. El presidente de UNICEF España, Carmelo Angulo, indicaba que estas cifras que hablan, por ejemplo, de que uno de cada cuatro niño en nuestro país vive bajo el umbral de la pobreza, “son aún más preocupantes cuando se comparan los datos con otros colectivos, porque demuestran que los niños son significativamente más pobres que el resto, por ejemplo, 10 puntos por debajo del colectivo de mayores de 65 años”.

Pacto de Estado
Por ese motivo reconoció estar “muy interesado” en recibir de los pediatras una valoración de cómo afecta la pobreza infantil a la salud en un sentido muy amplio, dado que UNICEF no cuenta con datos de este tipo en España, aunque sí los tiene de otras regiones del planeta. Uno de los datos más llamativos es la reducción del número de niños que siempre desayunan, que indica que “no sólo no es el cien por cien, sino que ha aumentado en los últimos tiempos”.

Dijo que estos problemas –también de los campos de educación y demografía– responden a la diferencia de inversión en políticas de protección social de la infancia y familia que se da en España, un 1,4 por ciento del PIB, frente a la media europea que es de un 2,2. Para UNICEF el problema no es sólo económico, sino también de eficacia, ya que de los países que forman la UE, solo Grecia tiene un menor índice de eficacia a la hora de reducir la pobreza infantil.

Todas estas razones han llevado al Comité Español de UNICEF a reclamar un Pacto de Estado por la Infancia, un acuerdo que implique a todos los sectores sociales y que se base en el mismo espíritu del que nació el Pacto de Toledo de 1995, por el cual se adquiría un compromiso para proteger a los mayores de 65 años, aunque en este caso en concreto con el colectivo de los niños.

Melilla
El III Informe de la situación de los niños en España de Unicef publicado en junio, dejaba de manifiesto una radiografía nada halagüeña sobre la realidad melillense y es que a una tasa de abandono escolar temprano del 40 por ciento (según datos del MEC) y una tasa de escolaridad infantil del 18 por ciento, se suman otros datos alarmantes como que en la ciudad hay contabilizados 16.743 hogares que viven bajo el umbral de la pobreza y que el 33,2% de la población vive bajo el umbral de la pobreza y que el 23,8% se encuentra en riesgo de pobreza.

El aspecto más negativo de todo ello es que la pobreza se ceba en los más débiles, los niños, que viven en hogares en los que la escasez y las estrecheces pueden marcarles de cara al futuro. No en vano el 18 por ciento de los niños de la ciudad viven en hogares con una carencia material severa y el 20 por ciento en hogares con nula inserción laboral.

Esta situación obliga a no pocas familias sin recursos a tener que recurrir al auxilio no sólo de los servicios sociales, sino también, en especial cuando se suman problemas de índole documental, ir en demanda de ayuda de ongs y bancos de alimentos. De hecho se estima que entre Cruz Roja y el Banco de Alimentos se atienden en la ciudad a más de doce mil personas sin recursos. La entidad humanitaria, además, desarrolla desde el pasado año un programa de desayuno solidario que permite que 250 escolares puedan llevar algún tipo de merienda para tomar durante el recreo. Parte de la recaudación del Día de la Banderita ha ido a estos fines.

Por todos estos motivos hace unos días la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) en Melilla instaba a las autoridades a llevar a cabo un nuevo estudio sobre la pobreza en la ciudad que viniese a recoger la realidad actual, en especial por el aumento significativo de población que se ha producido en los últimos años. Consideraban que la cifra que apuntaba el INE en 2013 sobre que el 31% de la población bajo el umbral de la pobreza era algo que se ha superado de largo, y reivindicaban un aumento de las partidas económicas destinadas a servicios sociales, la creación de un pacto nacional por la inclusión social y que el Plan de Inclusión de Melilla incluya objetivos definidos como un porcentaje concreto de reducción de la cifra de pobres en la ciudad.

Administración
Los gobiernos se defienden y señalan que no se han cruzado de brazos ante este problema. De hecho la consejera de Bienestar Social y Sanidad, Mª Antonia Garbín, apuntaba hace unos días que los Presupuestos Generales de la Ciudad para 2015 prevén un incremento de la partida económica que gestionará su área. El motivo, el aumento en el número de beneficiarios de los distintos programas que regula la Consejería, principalmente en las prestaciones sociales, el salario social, el comedor social y la ayuda a domicilio. Como ejemplo indicó que en el programa de prestaciones básicas se ha pasado este año de de 250 familias atendidas a unas 600.

Afirmó la consejera que tienen claro que “no se va a escatimar ni un solo euro para que ninguna familia lo pasa mal y tengan las necesidades básicas cubiertas". Por este motivo a lo largo de este verano "hemos tenido que incrementar la partida del salario social, y el comedor San Francisco ya está elaborando, en estos momentos, 1.100 comidas, atendiendo a familias sin recursos, personas solas y beneficiarios del programa de ayuda a domicilio. Empezamos con 300 menús diarios y ya estamos por 1.100".

También el Gobierno central detallaba esta semana, a una pregunta parlamentaria sobre la pobreza en España, que se ha librado un Fondo Extraordinario de 17,4 millones de euros para ayudar a las familias con menores a cargo y que se encuentren en situación de pobreza material severa como consecuencia de la crisis. El reparto de esta partida se acordó en julio entre el Ministerio de Asuntos Sociales y las Comunidades Autónomas.

Según informa, se trata del primer fondo de estas características destinado a combatir la pobreza infantil mediante ayudas a la alimentación, el aseo personal, vestuario o pago de gastos del hogar como la luz o el agua. "El fondo -señala el Ejecutivo- permitirá que los menores no se vean afectados por las dificultades económicas que atraviesan sus familias". De los 17,4 millones de euros, Melilla recibirá 1,2 millones, al aplicarse el indicador AROPE de pobreza de 2012 que hablara de un 41% de la población bajo el umbral de la pobreza.

La crisis económica sigue cebándose en los que menos tienen, al tiempo de que sigue destruyendo empleo como se constata con las cifras de la EPA en Melilla. La sociedad urge soluciones reales y efectivas, pero lo cierto es que entre tanto, como denuncia UNICEF, "la pobreza tiene cara de niño" y en Melilla, también.

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Redacción

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