A pesar de que no son medidas en muchas ciudades, las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM2,5) parecen ser un buen indicador de la contaminación urbana. Esto es debido a que, por un lado, su origen es antropogénico en una alta proporción, puesto que las PM2,5 en buena medida provienen de las emisiones de los vehículos diesel en la ciudad. Por otro lado, los efectos que tienen sobre nuestra salud son muy graves, por su gran capacidad de penetración en las vías respiratorias.
Recientemente se ha realizado un estudio sobre calidad de vida en diferentes regiones de la OCDE, es decir, dentro del mundo desarrollado. Se analizaban cuestiones como educación, empleo, renta, seguridad, sanidad, medio ambiente, participación ciudadana, acceso a servicios y vivienda. Los datos correspondientes a regiones españolas indican que ninguna se encuentra entre las 100 mejores para vivir, lo que desmonta un poco el mito de “como en España en ninguna parte…”, así mismo, al constituir una ciudad autónoma, Melilla aparecía en el informe.
Los resultados de la ciudad en casi todos los apartados son muy malos; de hecho ocupamos la posición 282, que de por sí es un resultado malo, pero aún peor si lo comparamos con otras regiones españolas: el País Vasco, en el puesto 111, Navarra 148 y Madrid 154, mientras que en los últimos lugares se encuentran Ceuta 303, Melilla 282 y Andalucía 242.
Volviendo al tema medioambiental, estamos valorados con una puntuación baja: 4.7 sobre 10; en este estudio se mide el parámetro antes indicado PM2,5, que en Melilla alcanzaba en 2012, y de media, un valor de 13.3 µg/m³. En otras regiones como la industrializada Madrid este valor no llegaba ni a 11 µg/m³. Cabe destacar que la OMS considera insalubre un valor anual medio por encima de 20 µg/m³, y que ya entre 10 y 15 µg/m³ se considera un valor perjudicial para grupos sensitivos, dígase niños, ancianos o personas con alergias o afecciones en las vías respiratorias.
Como ciudadano melillense y padre me preocupan especialmente estos datos que afectan tan directamente a la salud. Es obvio que el parque automovilístico melillense es excesivo, y que esto afecta directamente a este parámetro. Pero no creo que el uso de los coches, aún excesivo, sea mayor que el de por ejemplo Madrid o Barcelona (lo cierto es que no tengo esos datos). Pero lo que sí veo todos los días es como vehículos que no pasarían una ITV estándar española circulan por la ciudad constituyendo un peligro vial en algunos casos; y más sutilmente, y como demuestran estos estudios, contribuyendo a unos niveles altísimos de emisión de contaminantes. Creo que se debería ser mucho menos flexible y más rígido en la forma en que los coches puedan circular por Melilla en términos de emisión, y qué coches pueden circular por la ciudad. Lo que nos jugamos aquí es nuestra salud y al de nuestros hijos/as, la de cualquier ciudadano.
Fuente: http://www.oecdregionalwellbeing.org/region.html#ES64
