El plantel del Club Voleibol Melilla prepara desde el pasado martes su próximo compromiso liguero en casa, a disputar ante el F.C. Barcelona en el Pabellón de Deportes Javier Imbroda Ortiz, a partir de las 20’00 horas. La gran novedad en los entrenamientos ha sido el capitán del conjunto melillense, Joaquín Lizana, tras superar una lesión de esguince de tobillo que le ha mantenido en el dique seco en las dos últimas jornadas. Joaquín Lizana, pese a causar baja en los enfrentamientos ante el Leganés y el Vigo, ha seguido un intenso trabajo de recuperación en su pierna derecha y ha decidido reintegrarse a los entrenamientos, después de comprobar que la evolución ha sido muy favorable.
El jugador fue sometido el pasado martes a una prueba muy importante para calibrar si ya está en disposición de volver a entrenarse con el equipo, entrenó a un buen nivel y no se resintió de sus molestias, haciendo gala en todo instante de una gran ilusión por volver a formar parte de la lista de convocados y poder dirigir a su equipo hacia otra victoria, esta vez ante el equipo catalán, que clasificaría matemáticamente al equipo para la Copa del Príncipe.
El entrenador melillense, Salim Abdelkader, ha corregido en las tres sesiones de entrenamiento de esta semana algunos aspectos defensivas, tanto en la primera línea con el bloqueo como en la segunda línea con la recepción de los zagueros.
En este sentido, informó que “si bien está asegurada la recepción en K1 (recepción de saque y ejecución de ataque), todavía hay que mejorar algunas deficiencias en el K2 (defensa del ataque contrario)».
Salim Abelkader prepara los entrenamientos de esta semana con el objetivo de decantar el marcador hacia el lado local «para no tener que depender de ningún resultado externo y poder hacer historia en el voleibol local con la participación en un evento tan importante como es la Copa del Príncipe».
Esta clasificación se conseguiría si el equipo gana por el resultado de 3-0 ó 3-1, pero si perdiese o ganase por 3-2 le restaría por conseguir otro punto, lo que supondría depender de los resultados del resto de encuentros, tanto propios como de los equipos que también pelean por estar en la Copa.
