Inmaculada Luna Ramírez acaba de cumplir unos espléndidos 31 años en la que se ha convertido en su ciudad de adopción, Melilla. Esta almuñequera que desarrolla su labor profesional en la Biblioteca Pública, ha sabido granjearse el cariño de sus compañeros y la simpatía de los numerosos usuarios de estas instalaciones. Sus amigos le desean toda clase de éxitos en la vida.