Al mismo tiempo que la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados debatía la aprobación de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, en la que el PP presentó una enmienda para legalizar las denominadas devoluciones en caliente de inmigrantes, el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, aplaudía esta medida porque eso permitirá dar más seguridad jurídica a los cuerpos de seguridad que actúan en la impermeabilización de la frontera melillense. “Bienvenido sea todo lo que sea para dar más seguridad jurídica a las fuerzas de orden público que están en la frontera luchando contra la inmigración irregular”, dijo Imbroda a preguntas de los periodistas, a los que puntualizó que él no tiene dudas de que ya había seguridad jurídica suficiente antes de que se tomara esta medida.
Sin embargo, el mandatario local reconoció que hay “una minoría” que “está siempre peleando y porfiando contra la Guardia Civil y su actuación en la frontera”, lo que llevó al PP a presentar una enmienda a la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana para dar más seguridad jurídica a las Fuerzas de Seguridad del Estado en la valla melillense.
Imbroda dijo que le parece “muy bien” que se hagan estos cambios legislativos y que se implanten oficinas de asilo en la frontera de Melilla para los inmigrantes que quieran solicitar protección internacional, pero por el contrario le parece mal que la inmigración clandestina esté sustentada en las mafias.
Por todo ello, expresó “una vez más” su “apoyo total antes, ahora, y después” a la Guardia Civil y a todos sus componentes, ya que “están sufriendo en primera línea este drama de la inmigración irregular”. “Pero no es nuestro drama. Nosotros tenemos que defender nuestra frontera y defender la ciudad de Melilla”, dejó claro su presidente.
Ayer se celebraba en el Congreso de los Diputados una reunión de la Comisión de Interior para el dictamen del proyecto de Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, a la que el PP había presentado una enmienda para que el rechazo en frontera de los inmigrantes se lleve a cabo cuando intenten sobrepasar “en grupo” los elementos de contención o vallas.
