El GIL no se planteaba por el momento optar por la Presidencia de la Ciudad, en función del pacto de Gobierno suscrito con CPM y PIM, y que le reconocía el derecho a solicitar su ejercicio por parte de Cris Lozano, aunque con el añadido de promover el consenso para ello entre sus dos aliados.
El líder de la UPM, Juan José Imbroda, ponía el punto sobre las íes al reguero de acusaciones del que fue objeto por parte del gobierno de Aberchán. Imbroda aseguraba que la "desmesurada ambición" a Enrique Palacios (PIM) frustró cualquier intento de entendimiento en las negociaciones del pacto de gobernabilidad.
Melilla recibiría más fondos por parte del Estado para sufragar parte del gasto que le suponía la acogida de menores extranjeros no acompañados.
