Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Tolerancia cero

Hay muchísimo por hacer en el campo de la concienciación para que el crimen organizado y la radicalización de las personas, sea por razones ideológicas o religiosas, no goce de tolerancia en nuestra sociedad como está ocurriendo en algunos barrios Melilla va a terminar este año siendo una de las grandes protagonistas de la actualidad informativa en España. Es llamativo que siendo la provincia más pequeña del país en cuanto a superficie y población, Melilla haya sido de las que más han salido en los medios nacionales e incluso internacionales en este 2014 por diferentes circunstancias, casi siempre negativas, fundamentalmente las operaciones contra el terrorismo yihadista y la inmigración irregular. Uno de los lamentos generalizados que se oyen en esta ciudad es que la prensa es culpable de que el foco informativo se centre en Melilla para lo malo. Es posible, pero lo que sí está alejado de la realidad es la creencia de que periódicos, radios y televisiones tienen la culpa de los hechos en sí, como algunos están intentando hacer ver en lo que se refiere al asunto del yihadismo.

Sorprendentemente, los periodistas han tenido que sufrir reproches y amenazas cuando seguían de cerca las operaciones antiterrorista de los Cuerpos de Seguridad del Estado. Prácticamente en todas las que se han llevado a cabo este año, y van cinco, algunos vecinos de las personas investigadas y detenidas han señalado a la prensa con el dedo acusador, a veces llegando al extremo de la intimidación y la amenaza. Son minorías y no todo el barrio, por supuesto, pero que exista esa conducta y se exteriorice de manera tan palpable demuestra varias cosas. Una, que hay muchísimo por hacer en el campo de la concienciación para que el crimen organizado y la radicalización de las personas, sea por razones ideológicas o religiosas, no goce de tolerancia en nuestra sociedad como se está viendo en algunos barrios. Otra es la incoherencia de aquellos que utilizan conductas violentas y amenazantes para defender que no hay nada detrás de este revuelo que se forma y que es pura invención, según dicen sin tener en cuenta que las investigaciones judiciales y policiales en este país se abren cuando realmente hay sospechas de actuaciones ilícitas que luego tienen que ser demostradas.

La posible existencia de fanatismos, delincuencia organizada y terrorismo es realmente el problema y no el hecho de que la prensa intente cumplir con su deber de informar a la opinión pública sobre el trabajo que la Policía y la Guardia Civil hacen contra estas lacras. Señalar a los profesionales de la información como los culpables de que eso ocurra es una falacia, como también es acusarlos de la mala imagen que se da con estas noticias a los barrios donde se esconden quienes promueven esos fanatismos. En realidad los que propician esa mala imagen son los que se empeñan en actuar contra la Ley, así como quienes salen en su defensa llegando a creer que esos barrios son su territorio y no el de todos los melillenses. Contra eso también hay que actuar porque esa tolerancia daña a la imagen de Melilla y su sociedad casi tanto o más que el hecho de que células terroristas que incitan al miedo, el odio y la ruptura entre culturas intenten instalar aquí una de sus bases de operaciones.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€