“Llega el viernes noche y, cuando me disponía a cerrar esta Carta, me llega una de las mejores noticias que esta ciudad podía esperar: la detención de una serie de personas más que presuntamente responsables de sucias redes sociales, como la repugnante "Salander", que, hasta ahora impunemente, se habían dedicado a calumniar a toda persona que, curiosamente, criticara a un partido, dirigido por el condenado Ignacio Velázquez, como el PPL” Mis primeras líneas son para desear a todos nuestros lectores que mañana les toque algo, lo máximo posible, en el sorteo de la Lotería navideña. Ya se que mi deseo es una utopía, algo bonito e inalcanzable, pero de utopías también se vive y los lectores de MELILLA HOY, el primer periódico de nuestra ciudad, el que, según datos del pasado año 2013, datos oficiales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), tiene una audiencia nada menos que 11 veces mayor que la de los otros dos periódicos locales juntos, los lectores, como decía, tienen derecho a tener buena suerte, porque, entre otras cosas, con su lectura y su apoyo Melilla puede tener un periódico propio que es, a pocas semanas de cumplir treinta años, una auténtica institución en una ciudad tan necesitada de atención y de una nueva identidad propia como la nuestra. Gracias a todos nuestros lectores y, en nombre de los que hacemos el periódico, transmito nuestro firme deseo de que para todos estas Navidades y este próximo año 2015, que va a ser tan importante para Melilla, sean buenos y que confirmen, especialmente para los más necesitados, las esperanzas de recuperación económica y moral.
Aplaudamos, en estas fechas tan inclinadas a la concordia, a aquellos que se salen de lo que se considera políticamente correcto. A Juan José Imbroda, por ejemplo, que es una persona con mucho poder local -ganado en las urnas- pero atosigado por esa conjunción de denuncias falsas y habitualmente sin fundamento alguno que se ha producido entre algunos elementos de partidos políticos fracasados en las urnas, algún capitán de la Guardia Civil (una excepción que confirma la regla del buen hacer de ese Cuerpo) y algunos jueces demasiado permisivos con esas denuncias sin fundamento, conjunción de elementos que ha originado una especie de parálisis en numerosos funcionarios y colocados de la administración pública local. Imbroda sufre esta situación, pero lo realmente grave es que la sufren la inmensa mayoría de los melillenses, a los que la Ciudad no les paga sus trabajos, o no les atiende con celeridad y eficacia en sus necesidades atendibles. Sin embargo, Imbroda es capaz de al menos intentar luchar contra esta situación de parálisis inducida y decir cosas como las que recogíamos en nuestro periódico del martes pasado, en el sentido de que, refiriéndose al campo de golf, no va a permitir, mientras pueda evitarlo, que, por motivo de la inmigración ilegal, los melillenses se vean privados de disfrutar de cosas, como el poder jugar al golf si lo desean, que los demás españoles tienen todo el derecho a disfrutar. O como responder a la comisaria europea de Política Regional, que lo que diga sobre ese tema de la construcción del campo de golf donde antes había un estercolero le "importa un pito" y que le importa más comprobar cómo se desvían más fondos europeos a los países nórdicos, a los que la comisaría pertenece, que al más necesitado Sur, en el que nosotros nos hallamos.
En esta España actual de pitiminí esas cosas no se dicen, porque parece que cuando habla algún político europeo desde sus cómodos sillones bruselenses y sobre la tranquilidad que les proporcionan sus espléndidos sueldos, es como si hubiera hablado un dios. Que dicen que sería bueno sacar de la cárcel a los etarras, pues a la calle con ellos (con los etarras, no con los comisarios europeos). Que se quejan las víctimas del terrorismo, pues, si Bruselas no dice nada, que se fastidien y se consuelen con buenas palabras. Cualquier político de la oposición cuasi marginal, cualquier separatista que se quiere ir de España (pagado por España, claro) también cree poder obtener apoyo desde los dioses bruselenses y a ellos recurren con infatigable insistencia, mientras que lo políticamente correcto aconseja que, desde los democráticos poderes españoles, se mire para otro lado. Mal consejo, malos resultados y creo que los ciudadanos, que no súbditos de los funcionarios ni de nadie, debemos aplaudir, y votar, a los que se atreven a desafiar a esa malvada corrección política que nos amarga.
No menos nocivos son los delirios de algunos que, como Julio Liarte, siempre han vivido del dinero público e incluso se han pagado sus cursos privados también con dinero público (8.605 € para cursos privados de inglés para el gran conseguidor de dinero público del Norte de África, el sin par Liarte). Un político, del PPL, que hace una inaudita oferta de colaboración al PP local, en forma de listas conjuntas con la condición de que en ellas no estén ni Imbroda ni otros populares locales que, supongo, Liarte decidiría. Algunos melillenses me cuentan que, enterado Julio Liarte de que Obama, el presidente norteamericano, y Raúl Castro, el de Cuba, han llegado a un acuerdo para desbloquear sus relaciones, y no encontrando totalmente claro tal acuerdo, ha advertido a ambos, Obama y Castro, que de continuar con sus intenciones no tendrá más remedio que intervenir y asumir, el sin par Liarte, no sólo la cabecera de lista del PPL, sino también, y ya se verá si de manera temporal o definitiva, la presidencia de esas dos naciones, la norteamericana y la cubana, inmersas en tan larga disputa. Es una broma, claro, pero ¿a que, teniendo en cuenta cómo es el mencionado político que cobra, tanto, por asesorarse a sí mismo, suena a un delirio posible?
Llega el viernes noche y, cuando me disponía a cerrar esta Carta, me llega una de las mejores noticias que esta ciudad podía esperar: la detención de una serie de personas más que presuntamente responsables de sucias redes sociales, como la repugnante "Salander", que, hasta ahora impunemente, se habían dedicado a calumniar a toda persona que, curiosamente, criticara a un partido, dirigido por el condenado Ignacio Velázquez, como el PPL. Una de ellas la tristemente famosa María Nieves Vida, ex jefa de propaganda del PPL y consejera por ese partido en la sociedad pública Inmusa. Otra, su íntima amiga Bely. Otro, un experto informático, de nombre Félix. Otros, una pareja de la que sólo sabemos, de momento, los nombres propios. Todos ellos estaban siendo interrogados a última hora del viernes y, según nuestras noticias, estaban "cantando" de pleno. Será muy importante saber quienes eran sus informadores, sus colaboradores, los que durante tantos años han ensuciado la vida social melillense amparándose en un anonimato ahora afortunadamente roto. Que esta cobarde y asquerosa utilización de las redes sociales haya sido descubierta, junto con la fundada esperanza de que los culpables, por mucho que ahora se quieran esconder simulando que se alegran de la detención de los que ellos han alentado y creado, paguen por el daño que durante tanto tiempo han hecho, es, insisto, una de las mejores noticias que Melilla podía esperar, un buen regalo de Navidad para la inmensa mayoría de los ciudadanos melillenses.
