Son dias de maletas de volver a ver a quien un día se fue o a quien se quedó y vamos a su encuentro. Tambien la melancolia forma parte de estas jornadas, entonces recordamos como fueron aquellos diciembres de nuestra niñez o a los que estaban con nosotros y ya partieron para siempre, pero que nos dejaron lo mejor de ellos, su ejemplo, su amor o un estilo para caminar por este mundo. Para casi todos son fotos fijas, videos con sonidos y hasta olores que van unidos a una casa, calle o ciudad. Es Navidad.Buenos deseos y espíritu de mejorar nos envuelven estas semanas, pero sin perder la esencia de aquel que un día nos nació. En una revista de ayer sábado leo un debate sobre si estas fiestas enfrentan a las familias o las acercan. En 2.004 el Centro de Investigaciones Sociológicas publicaba un estudio en el que confirmaba que tres de cada cuatro españoles se reunián en estas fechas con sus parientes. Y ahí entorno a una mesa, de una u otra manera, pueden saltar chispas, es consecuencia de mezclar a quienes no tienen feeling y entonces algunos utilizan el sarcasmo, un rasgo que es mejor aparcar en nuestra vida cotidiana. Tambien hay quienes reavivan, sobre un mantel, el fuego de viejas rencillas, de herencias, volviendose impertinentes al estar fuera de lugar y provocando un malestar entre el resto de comensales. ¿Que debe hacer un anfitrión en ese momento?. Casi lo primero es ponernos en su lugar y comprender lo dificil que es solventar una tesitura así, luego vendra su mano izquierda, ese equilibrio tan necesario para zanjar desde un punto intermedio la disputa dialectica. Y hay un plus en todo anfitrión que se precie cuidar la relación de invitados en una mesa evitando coincidir y si es imprescindible contar con ellos no sentarlos muy cerca. Siempre se ha dicho que en el juego y en la mesa es donde se observa la buena educación. Tal vez muchos pidan formulas para que en estas fechas reine la armonia en esos hogares, ¿pero se ha planteado que no llegariamos a esto si antes alguien no hubiese dado una coz?. Mejor que pedir perdon es preferible no haber dado lugar a causar un daño, el cual al ser moral no se vé y tarda bastante en cicatrizarse. Pero hay excusas para todo, se culpa al carácter, a la mala situación económica, a la crisis o hasta a tener mal de amores, la vieja frase de “yo soy así y que los demás me acepten”, denota la negativa a cambiar de forma de ser en el comportamiento en sociedad además de demostrar que se han convertido en el centro del mundo. La sociedad que estamos construyendo donde la ausencia de valores ya la consideramos hasta normal hace que instalemos en nuestras vidas el egoismo, la corrupción, el todo vale para alcanzar posición social sin pararnos a pensar en el respeto a los demás. La Navidad no son solo unos días al año y que el mensaje de Belén nos sirva ante tantas circunstancias sociales y laborales. Cuando estamos a punto de celebrar la Nochebuena vuelven a sonar villancicos de Raphael y Perales … Navidad, Jerusalem envuelta en puras llamas. Navidad, ni sana hoy ni sanara mañana. Navidad, Adan matando siempre a Eva.Navidad, de los niños que no tienen quien les quiera. Navidad, la guerra santa, guerra por dinero. O noches blancas de hospital dejad el llanto esta noche que el Niño está por llegar, caminante sin hogar ven a mi casa esta noche que mañana Dios dirá. Feliz Navidad.
