La Federación Melillense de Balonmano organizó, el pasado sábado, el tradicional Trofeo Chato que correspondía este año a la decimonovena edición. Fue una vez más un éxito organizativo y deportivo del balonmano melillense. La competición se inició en el Pabellón Guillermo García Pezzi, donde los más jóvenes disputaron sus respectivos partidos y diversas actividades deportivas, en medio de un gran ambiente navideño.
En total participaron setenta jugadores en la categoría de mini balonmano de la Escuela de la Federación Melillense, desde las 10’30 a las 13’30 horas, y a la finalización del evento se repartieron bolsas de caramelos y se sortearon ocho chupa-chups gigantes.
Ya por la parte, a las 16′ 00 horas, fue el turno de la selección infantil femenina y una hora después de la masculina. Ambas selecciones se dividieron en dos equipos, aunque el resultado fue lo de menos, puesto que lo importante era participar deL día festivo del balonmano en Melilla.
A la misma hora, pero en el Pabellón Municipal Lázaro Fernández, participaron también las selecciones cadete, tanto en masculino como en femenino, y las 18’00 horas jugaron los equipos A y B de la selección femenina juvenil.
El plato fuerte de la jornada lo cerró la selección juvenil masculina y el equipo de Baplamel en el Pabellón de Deportes Javier Imbroda, desde las 20’00 horas. Fue, sin duda alguna, un partidazo, consiguiendo el equipo juvenil llevarse el ‘gato al agua’ con un marcador de 32-26, sobresaliendo la actuación de los gemelos Yusef y Braim, además del guardameta Hicham.
Como colofón a esta maratoniana jornada se llevó a cabo la entrega de trofeos, en la que estuvieron presentes todos los participantes, a excepción de los chicos del mini balonmano.
