FEAFES es la confederación española que agrupa, desde 1983, a las federaciones y asociaciones de personas con enfermedad mental y a sus familiares de todo el territorio nacional. En Melilla no ha tenido continuidad hasta estos últimos meses, en los que la nueva junta directiva presidida por Karim Mohamed ha iniciado una nueva etapa con muchos planes y actividades dirigidos a dar una mayor visibilización a este colectivo que permita acabar con el tabú del que aún es víctima en nuestra sociedad. La sede también permitiría a esta entidad ayudar con talleres y terapias tanto a los enfermos como a sus familiares, que sufren de manera muy directa esta enorme dependencia. Sin embargo, desde FEAFES llevan ya meses pidiendo un local que les pueda servir de sede, sin que la Ciudad Autónoma les haya respondido todavía. El presidente de FEAFES en Melilla insiste en la necesidad de contar pronto con un lugar físico, sobre todo ahora, que el Estado les ha concedido una subvención para contratar a una persona que ayude a la captación de socios y a la atención del colectivo.
En declaraciones a MELILLA HOY, Karim Mohamed explicó que ya ha pasado de sobra el plazo que la Administración local se marcó para dar una respuesta a la Junta Directiva de FEAFES, sin que ésta se haya producido aún. Han hablado con los responsables de las consejerías de Bienestar Social y la Adjunta a la Presidencia, así como con Emvismesa. “Tenemos que insistir, no vamos a perder una oportunidad tan importante como es que el Estado nos dé una subvención para contratar a una persona que nos ayude a seguir adelante con este proyecto y dejar que pase esto. La sede es el pilar sobre el que se va a construir todo, no queremos que FEAFES vuelva a dejar de funcionar como ya pasó en otras etapas anteriores”, subrayó su nuevo presidente en nuestra ciudad.
Karim Mohamed se refiere a años anteriores, en los que la asociación “aparecía y desaparecía” precisamente por las dificultades que encontraba por no tener un espacio físico donde poder llevar a cabo la atención especial que necesitan los discapacitados mentales y quienes les rodean para evitar que éstos caigan también enfermos, como suele ocurrir en la mayoría de los casos. En este sentido, el presidente de FEAFES-Melilla destacó el enorme apoyo que el Gobierno de Ceuta proporciona a la asociación de aquella ciudad, donde ya tiene dos locales, cinco personas contratadas -4 de ellas indefinidas- y ofrece a este colectivo ayudas a todos los niveles, especialmente atención psicológica y psiquiátrica, que es algo “muy importante, más aún con la saturación que hay en la Seguridad Social, donde las sesiones están distanciadas en varios meses y esas terapias no sirven de nada si no hay una continuidad”.
Melilla se suma
A nivel nacional, FEAFES tiene a 2.100 trabajadores contratados, de ellos 270 discapacitados, además de 2.300 voluntarios y 45.000 socios, que han dado atención a más de 150.000 personas en las 294 asociaciones que conforman esta confederación. Melilla acaba de sumarse como la última de las 19 federaciones autonómicas, y lo hizo oficialmente en la asamblea nacional que celebró FEAFES en Madrid hace unos días, a la que asistió por primera vez la asociación melillense, representada por Karim Mohamed. Éste destacó la buena acogida que tuvo en esta reunión, en la que pidió al presidente nacional de FEAFES que venga a nuestra ciudad para “dar un empujón” a esta nueva etapa de la entidad en Melilla y programas reuniones con el Ingesa, el Imserso y la Ciudad Autónoma.
Asimismo, apuntó la posibilidad de que Melilla acoja próximamente una asamblea nacional de FEAFES, como ya han hecho otras provincias españolas, pero eso será cuando consiga el local que necesitan para no andar de prestado como hasta ahora, gracias a la colaboración de otras asociaciones y a la aportación personal de sus responsables, que llevan a cabo las reuniones en sus domicilios particulares. Con una sede, la asociación podría llevar a cabo todas las actividades que tiene intención de hacer, crecer con la captación de nuevos socios, ayudar a familias con pacientes de este tipo que no saben dónde acudir y, sobre todo, romper con el rechazo social que aún sufren las personas con este tipo de discapacidad.
