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La Ciudad reforzará las medidas de seguridad del Fuerte Purísima para evitar la fuga de menores

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De "terrible y peligrosa" calificó ayer la consejera de Bienestar Social la decisión de un grupo de menores extranjeros de esconderse en un contenedor de chatarra para intentar embarcar como polizones rumbo a la península. Señaló que se están estudiando medidas de control a aplicar tanto en el centro Purísima para evitar que se produzcan huidas como hasta ahora, así como en el puerto para reducir los intentos de polizonaje. La solución definitiva pasaría, en opinión de Mª Antonia Garbín, por la devolución a Marruecos de estos menores que no quieren estar en centros de acogida, sino poner en riesgo sus vidas para llegar a la península. Explicó la consejera que ayer mismo se celebró una de las cada vez más habituales reuniones de la Ciudad con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Delegación y Fiscalía de Menores, para abordar la problemática de los menores extranjeros no acompañados (MENA) que se niegan a permanecer en los centros de acogida, menores que, según indicó, sólo buscan poder llegar a la península. Manifestó que estos encuentros tan asiduos responden al incremento de MENAS en la ciudad en el último mes, coincidiendo con la llegada de las fiestas navideñas.

De hecho apuntó que en estos momentos el Fuerte de la Purísima acoge a 185 MENAs, y de ellos 70 son de nueva incorporación, es decir, "que no responde a los reingresos" de niños de la calle que vuelven a entrar y salir de los centros. Estos nuevos jóvenes no responder al perfil de hace unos años, "de menores no agresivos que se adaptaban al sistema, los de ahora, de entre 14 y 17 años, son las antípodas de aquellos". Afirmó que los que acceden a la ciudad tienen "como única meta llegar al puerto, porque creen que van a encontrar en la península lo que no tienen en su país ni en Melilla". Al parecer, estos menores que logran cruzar el charco son devueltos a la ciudad cuando son detectados en cualquier comunidad autónoma.

Situaciones peligrosas
Este pensamiento, el de salir de Melilla, es el que les mueve a adoptar decisiones que pueden poner en peligro sus vidas, como ocurrió esta semana con el rescate de un grupo de menores ocultos en un contenedor con chatarra. "Terrible y peligrosa" la decisión de los jóvenes, según la consejera, "imágenes terribles en las que hay que dar las gracias a Dios porque no ha ocurrido nada peor".

Indicó que estos menores rechazan permanecer en los centros de acogida y con sus entradas y salidas "dificultan el trabajo de la Consejería y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, porque recogen a muchos niños que después saltan los muros de Purísima para escapar, con la meta de llegar al puerto y entrar en los camiones, algo que puede ser peligroso y costarles la vida".

Manifestó que en estas reuniones se están analizando nuevas estrategias a poner en marcha, mecanismos de control y dispositivos especiales que afectarían al puerto y al centro de acogida de la Purísima que no quiso desvelar para evitar que puedan ser burlados.

El objetivo, reducir "la peligrosidad" de estos intentos de polizonaje. Sí señaló que se pretende reforzar la vigilancia en el Centro Purísima, al tiempo que dijo que se ha pedido ayuda a otras consejerías para que lleven a cabo obras y mejoras en el recinto, trabajos que no adelantó. Además se continuará con el trabajo que viene realizando desde hace algún tiempo una ong dentro del centro, para intentar convencer a los menores de los riesgos a los que se enfrentan poniendo en riesgo su integridad física, así como de las ventajas de permanecer en acogida.

Devoluciones
Reiteró Garbín que la solución definitiva con el tema de los menores pasa por su devolución a Marruecos, dando cumplimiento al acuerdo que ambos países firmaron al respecto hace tiempo y que no se ha cumplido.

La idea es que cuando el menor se detectara en Melilla se reintegre "de forma segura" a Marruecos a través de una ong trasnacional de solvencia, que se encargara de esta labor y de trabajar después tanto con el propio menor como con la familia. Indicó que la Ciudad Autónoma está en contacto con el Ejecutivo central para desbloquear la situación y que se puedan llevar a cabo estas devoluciones.

Para Garbín resulta curioso que si hace unos años se trabajaba para poder ofrecer a los menores acogidos la mejor atención, con los mejores profesionales, en estos tiempos "trabajamos para que no se escapen".

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Redacción

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