La doctora Esperanza Romero presentó y defendió en el mes de diciembre su tesis doctoral titulada 'Análisis de variables relacionadas con el comportamiento sexual juvenil en la Ciudad Autónoma de Melilla' la cual fue calificada con un sobresaliente y una mención Cum Laude. El estudio concluye con algunas propuestas para la creación de programas para la educación en "una sexualidad libre, responsable y basada en valores, desde la perspectiva cultural y de género, y desde la autonomía personal y la igualdad como principio elemental". La tesis doctoral 'Análisis de variables relacionadas con el comportamiento sexual juvenil en la Ciudad Autónoma de Melilla', realizada por la doctoranda Esperanza Romero Estudillo, y dirigida por los doctores Emilio González e Inmaculada García -ambos de la Universidad de Granada-ha sido calificada con un sobresaliente por unanimidad , así como una mención Cum Laude.
La muestra del estudio estuvo constituida por 900 personas jóvenes en edades comprendidas entre los 15 y 29 años, en las que se analizaron además de las variables sociodemográficas, las variables psicológicas y de comportamiento sexual a través de tres instrumentos de evaluación.
Entre conclusiones destacan que la edad de inicio de las relaciones sexuales con penetración en las personas jóvenes melillenses es a los 16.7 años en el 67.2 por ciento de los encuestados, y la motivación de existir una relación afectiva y de confianza entre la pareja fue la más determinante.
Según el estudio este resultado, teniendo en cuenta estudios nacionales e internacionales, se corresponde con "un debut sexual tardío, y en principio, sería una variable protectora de riesgo sexual".
Por otra parte, la tesis doctoral también recoge que la abstinencia sexual del 32.8 por ciento de la muestra, es una conducta que "actúa como medida preventiva influenciada por la cultura y las creencias religiosas". En cuanto a la información de los jóvenes melillenses, un alto porcentaje de las personas jóvenes melillenses saben los que es la infección por el VIH y reconocen el efecto protector del preservativo, y aunque se sienten autoeficaces para gestionar el uso del mismo, las elevadas ideas erróneas y las actitudes negativas hacia el SIDA que presentan, les impide emitir conductas seguras frente al VIH.
Igualmente, según el estudio además demuestran "más actitudes positivas hacia la sexualidad que negativas", pero dichas actitudes negativas "influyen en la ligera homofobia y sexo no convencional que expresan, variables que se asocian a conductas de riesgo sexual".
Desde el punto de vista del género, el escrito señala "diferencias significativas respecto al debut y número de parejas sucesivas" , y que en los varones "se reafirma su masculinidad con una intensa actividad sexual, cambio frecuente de pareja y relaciones casuales ausentes de medidas protectoras", frente a la actitud de las mujeres en las que se "reafirma el rol pasivo en la actividad sexual que denota la falta de habilidad para gestionar el uso del preservativo, y la influencia del machismo a través de una actitud negativa hacia los métodos de barreras". Por ello, según el estudio hombres y mujeres, por uno u otros motivos "son vulnerables hacia el VIH y el END".
En cuanto a la variable orientación sexual, el estudio indica que existen diferencias significativas en relación al uso del preservativo que es más utilizado por el colectivo heterosexual en el debut sexual por la propia motivación anticonceptiva. Por el contrario, el colectivo homosexual lo utiliza más en la vida sexual activa por la motivación preventiva de evitar una Infección de Transmisión Sexual (ITS), indicador de "mayor percepción del riesgo en las relaciones sucesivas".
Asimismo, respecto al colectivo bisexual es el que demuestra "menor percepción del riesgo al no utilizarlo porque no lo llevan, lo que expresa un modelo de sexualidad instantánea y consumista".
Por último, existen diferencias significativas según el grupo cultural de pertenencia para el debut sexual con mayores porcentajes en las personas no creyentes, católicas, judías y musulmanas. La abstinencia sexual, el uso del preservativo y las relaciones sexuales con parejas ocasionales también difieren entre los grupos culturales.
