El Aula 10 de la UNED acogió este año el acto por el "Día Internacional de Conmemoración de la Víctimas del Holocausto y Crímenes de Guerra". El conferenciante invitado fue el decano del Colegio de Abogados, Blas Jesús Imbroda, que explicó las fases que llevaron a Alemania a cometer esta barbarie. La ceremonia, en la que se insistió en la necesidad de que la memoria de lo ocurrido no se olvide para que no vuelva a ocurrir, se cerró con el encendido de velas en recuerdo de las víctimas, entre ellas los 7 melillenses encarcelados en Mauthausen, del que sólo tres lograron salir con vida. El acto, organizado por la Comunidad Israelita y el Instituto de las Culturas, contó con el respaldo de autoridades locales, representantes de las principales comunidades culturales, religiosas de la ciudad y melillenses en general.
Memoria
El presidente de la Comunidad Israelita de Melilla, Jaime Azancot, recordó que la ONU acordó que el 27 de enero fuera el "Día Internacional de Conmemoración de la Víctimas del Holocausto y Crímenes de Guerra", fecha que coincide con la liberación del Campo de Concentración Nazi de Auschwitz-Birkenau por el Ejército Soviético en 1945. Afirmó que hablar del holocausto no resulta fácil y mucho menos para los judíos, por la carga emocional que encierra. Por ese motivo frente al "relativimo social que está convirtiendo este hecho en un cliché, es necesario recordar lo que pasó, para que no se confunda fanatismo con maldad".
Se preguntó cómo fue posible que tal masacre pudiera haber ocurrido y que el mundo lo hubiese permitido, porque "todos conocían cómo opinaba Hitler". El mundo miró hacia otro lado, millones de alemanes y de europeos que vivieron sus vidas permitiendo "que sus vecinos fueran denigrados y asesinados". Afirmó que ahora más que nunca, no hay que bajar la guardia, "sino reaccionar ante la maldad, y es que la lección del holocausto no cambiará nunca, porque seis millones de personas fueron asesinadas". Melilla vuelve a organizar un acto en recuerdo de las víctimas y contra el holocausto, para que "algo así no vuelva a producirse".
Por su parte la presidenta del Instituto de las Culturas, Fadela Mohatar, agradeció a la comunidad que la invitaran a organizar un acto que se encuadra en los objetivos de esta entidad, la de promover el conocimiento mutuo entre los distintos pueblos y culturas, "con el objetivo de mejorar la convivencia en este microcosmos que es Melilla, luchando contra los fanatismos y la intolerancia".
Conferencia
Este año fue el decano del Colegio de Abogados, Blas Jesús Imbroda, el encargado de ofrecer una charla sobre el holocausto. El letrado melillense explicó cómo nace el este día de conmemoración de la víctimas, una jornada en memoria de las personas "que fueron brutalmente asesinadas por un régimen aberrante como el nazi". La idea, que "esa memoria, la de las víctimas, se mantenga siempre para que se reivindique en voz alta que nunca más vuelvan a pasar barbaridades como estas, que siguen pasando en el mundo".
En su charla, el abogado realizó un recorrido por las fases que llevaron desde la llegada al poder de Hitler, hasta la "creación de una industria de la muerte como fueron los campos de exterminio y la denominada solución final que provocó el exterminio de seis millones de judíos, además del asesinato de miles gitanos y presos políticos, personas perseguidas y asesinadas por motivos políticos, éticos y espurios". Blas Jesús Imbroda no olvidó homenajear a los siete melillenses, presos políticos, que estuvieron d en el campo de concentración de Mauthausen, en el que cuatro perdieron la vida y sólo tres fueron liberados.
Por último, tras una oración del gran rabino de Melilla, representantes de la Comunidad Israelita y el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, se turnaron en el encendido del candelabro de siete brazos en señal de recuerdo y respeto hacia las víctimas del holocausto. El encargado de cerrar el acto fue el presidente Imbroda quien mostró su rechazo hacia aquellos que niegan el holocausto porque "sí existió".
