La bonificación de billetes de avión en la línea Melilla-Málaga que pondrá en funcionamiento de la Ciudad Autónoma a partir del mes de marzo a jóvenes, jubilados y desempleados estará limitada en el caso de este último colectivo a parados con antigüedad mínima de dos años para evitar la picaresca. El vicepresidente primero del Gobierno melillense, Miguel Marín, hizo ayer esta aclaración y argumentó que es necesario para que los ciudadanos sin trabajo no se inscriban expresamente en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para beneficiarse de esta subvención al transporte aéreo, por la cual podrán viajar por 30 euros ida y vuelta más las tasas. Con esta limitación, el Ejecutivo local quiere evitar lo que ya sucedió hace varios años en el caso del bono-barco, que en un principio era abierto para todos los desempleados y fue necesario limitarlo a parados de larga duración, ya que algunos de los beneficiarios reconocían abiertamente que se habían apuntado al paro solo para viajar a precio reducido. De hecho, la picaresca en el caso del bono-barco fue más allá porque algunas de las personas que pretendían beneficiarse de la subvención ni siquiera eran paradas, sino que estaban inscritas en el SEPE para una mejora de empleo y no por falta de él.
Por esta razón, la Ciudad Autónoma ha decidido seguir la misma línea en el caso del nuevo bono-avión, al que destinará un millón de euros para subvencionar parte del billete aéreo y que los colectivos vulnerables puedan viajar en avión de forma más económica, igual que los familiares de primer y segundo grado de los residentes en Melilla, que podrán volar en la línea de Málaga por 60 euros ida y vuelta, más tasas.
Marín calificó de “fantástica noticia” esta medida, de la que también hizo referencia ayer el presidente melillense, Juan José Imbroda, que subrayó la necesidad de llevar a cabo actuaciones de este tipo para favorecer un mayor acceso de sectores sociales más desfavorecidos al transporte aéreo. Se trata de “un elemento importante a poner sobre la mesa” en un sector por el que Melilla está “muy bien comunicada” con el resto del país.
“Ya quisieran muchas capitales importantes tener unas comunicaciones aéreas como las que tiene Melilla”, dijo Imbroda en alusión a la cantidad de destinos y frecuencias y a la competencia con tres compañías operando en el aeropuerto de la ciudad, que en 2014 registró el segundo mejor resultado de su historia en movimiento de pasajeros.
Sin novedad del contrato marítimo
Imbroda confió en que con estas ayudas se dinamice también el turismo en la ciudad gracias a la llegada de familiares de residentes en Melilla y también por la mejora a la que aspira la ciudad en el contrato marítimo que le conecta con Málaga y Almería, que sigue pendiente de una resolución tras la impugnación presentada por empresarios motrileños.
Sobre este asunto, el mandatario local apuntó que no hay novedades, aunque espera que esta semana ya haya una decisión, que en caso de desestimación permitiría seguir adelante con el concurso de adjudicación para que entre en vigor, presumiblemente, en Semana Santa.
