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Imbroda presume de política social y gestión económica en el último debate de la legislatura

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El Salón de Plenos del Palacio de la Asamblea albergó ayer el último Debate del Estado de la Ciudad. Un pleno que se prolongó durante cuatro horas y en el que los líderes de los grupos pusieron toda la carne en el asador, conscientes de que quedan menos de cuatro meses para las próximas elecciones. Precisamente por eso el debate sirvió para hacer balance de esta legislatura que se agota, y también de los 15 años que Juan José Imbroda lleva al frente del Gobierno melillense. Éste defendió con tanta vehemencia la labor de su equipo, presumiendo especialmente de la gestión económica y la “política de las personas” que han llevado a cabo, que se quedó casi sin voz en los últimos segundos de la intervención que cerró el pleno. Imbroda fue, sin lugar a dudas, el gran protagonista del debate de ayer y no solo por estar en el centro de la crítica de los tres grupos de la oposición, sino también por ser el que más veces tomó la palabra. Hasta en seis ocasiones, que sumaron algo más de 75 minutos que le sirvieron para presumir de gestión, contrarrestar los reproches que le llegaban de enfrente y responder con algún ataque a sus rivales políticos, especialmente a PPL.

El presidente de la Ciudad Autónoma dejó claro hasta en dos ocasiones que gracias al trabajo de los diferentes gobiernos que ha liderado desde el año 2000, la ciudad se ha transformado en todos los sentidos. “Esta Melilla del siglo XXI es mejor que la del siglo XX”, fue la frase con la que Imbroda terminó su última intervención. Ya la había mencionado en los primeros compases del pleno, al destacar el cambio de la fisonomía urbanística que ha experimentado la ciudad gracias a las diferentes obras que se han llevado a cabo de nuevas infraestructuras y conservación del patrimonio.

Imbroda puso sobre la mesa los buenos resultados de su gestión económica, que han permitido reducir la presión fiscal en los últimos años a 28 millones de euros frente a los 36 de Ceuta. Esto supone que cada ciudadano paga una media de 331 euros en tasas e impuestos, muy lejos de los 423 de Ceuta pese a ser una ciudad similar a la nuestra. Además, también ha bajado la deuda de la Ciudad Autónoma, al pasar de los 98,1 millones de euros de 2012 a los 80 millones actuales, menos de la mitad que en Ceuta, donde la deuda se dispara hasta los 169 millones.

Política de las personas
Sin embargo, donde más hincapié hizo Imbroda fue en “la política de las personas” que ha realizado su Gobierno. Así, subrayó que en Melilla es donde se produce un mayor gasto público per cápita, 1.329 euros frente a los 138 euros de la media nacional. Es decir, diez veces más por el mayor esfuerzo que se está haciendo en la prestación del IMI, que llega ya a 2.500 familias, los comedores sociales, donde se invierten 1,7 millones de euros para ofrecer 303.000 comidas al año, o los 28.000 bonos de transporte que se ofrecieron en el transporte marítimo y que ahora se extenderán al aéreo.

Todo ello ha permitido que Melilla reduzca la tasa de pobreza del 36,6% al 21,7%, situándose en el duodécimo puesto. Además, el índice de familias con dificultades económicas en Melilla está por debajo del resto del país (15,3%), y según la encuesta de condiciones de vida, los melillenses valoran con 7,3 puntos su satisfacción de vida.

Imbroda presumió de estos datos, como también del “esfuerzo importantísimo” que se ha hecho en materia educativa en todos los niveles, desde Infantil hasta la Universidad, con el incremento de plazas en guarderías, el aumento de titulares en el Campus y las becas en Primaria, Secundaria y estudios superiores. A ello se unirá la próxima construcción de un nuevo colegio en Gabriel de Morales y un instituto en el Jardín Valenciano, centros que contribuirán a reducir la elevada ratio de alumnos por aula.

Implicación del Estado
Nuevas infraestructuras de las que dijo que ahora es posible hacerlas porque España está viviendo ya los resultados de una recuperación económica tras la profunda crisis con la que se encontró el Gobierno de Rajoy tras las elecciones generales de noviembre de 2011. Se trataba de un “gravísimo contexto” que hizo imposible que Melilla recibiera todos los fondos necesarios para políticas de empleo e inversiones, que fue uno de los principales reproches que ayer le hicieron tanto CPM como PSOE, que querían saber dónde estaba “el maná que iba a llegar cuando Rajoy estuviera en La Moncloa”.
“España estaba en la ruina económica, pero ahora estamos creciendo y Melilla debe estar en ese crecimiento. No me perdonaría que Melilla no esté ahí, eso sería un pecado y Melilla va a estar”, aseveró Imbroda ante las críticas del líder cepemista, Mustafa Aberchán, y el socialista Gregorio Escobar. Ambos coincidieron en censurar que Melilla haya perdido en estos últimos años 80 millones de euros de inversiones y 20 millones para políticas activas de empleo, si bien Imbroda respondió recordando que en la época de gobierno del PSOE no se llegó a ejecutar todo lo presupuestado para inversiones.

Además, en cuanto a políticas de empleo, dejó claro que pese a la disminución, Melilla se vio beneficiada respecto al resto del país recibiendo más que otras regiones. También argumentó que si se ha incrementado el paro, ha sido sobre todo por el incremento de la población que se ha registrado a lo largo de los últimos años con motivo de la crisis y por un “efecto llamada espectacular” ante las políticas sociales de Melilla. Cerca de 7.400 habitantes más en solo cuatro años, lo que ha dado lugar a un aumento del paro de 1.314 personas desde que el PP preside el Gobierno central. Una subida de la que recordó, no obstante, que es menor que la registrada durante las legislaturas del PSOE, en las que el desempleo pasó de 4.000 a 11.000 personas, aun cuando la peor etapa de la crisis ha sido ésta última.

Asimismo, dijo que el incremento poblacional ha impedido absorber la demanda de empleo que se ha producido en Melilla, lo que Imbroda demostró con el incremento de casi 900 afiliaciones a la Seguridad Social.

CPM
En su intervención final, tras haber hecho gala de la gestión de su Gobierno, Imbroda lamentó la escasez de propuestas y apoyo que ha recibido por parte del resto de grupos. “Melilla la hacemos entre todos. Lástima que en este barco algunos no sepan remar para adelante, sino para atrás”, fue su crítica a algunos sectores de la oposición. Algunos, porque no tuvo el mismo tono con todos.

Por ejemplo, con el líder cepemista, Mustafa Aberchán, sostuvo un debate de mayor entendimiento a pesar de que éste fue muy crítico sobre todo en cuanto al paro, la pobreza, la inmigración y las promesas que Imbroda hizo en el debate de investidura que no se han llegado a materializar. Hubo incluso un momento en que Imbroda mostró su aprecio por el presidente de CPM, cuando éste dejó la puerta abierta a la posibilidad de no presentarse a las próximas elecciones. “Yo tengo cuerda para rato y le digo que le voy a echar de menos si se va”, le respondió Imbroda.

Al margen de esta anécdota, Aberchán centró su discurso en la cantidad de recursos económicos que han gestionado los diferentes gobiernos de Imbroda en los últimos 15 años y el poco resultado que, a su juicio, han dado. “Con medio billón de las antiguas pesetas, hay que ser muy torpe para no acertar”, comentó Aberchán al considerar que el Debate del Estado de la Ciudad era más bien de la credibilidad de su gobierno.

El líder de la oposición puso en duda el argumento del incremento de la población para justificar el incremento del paro, ya que “los números demuestran otra cosa”, y también dejó claro a Imbroda que “no hay excusas” para no exigir al Gobierno de Rajoy que dé a Melilla la atención especial que merece debido a su idiosincrasia. “El Gobierno no se está ocupando de nosotros y usted ha perdido la capacidad reivindicativa que tenía como político localista”, espetó Aberchán antes de agregar: “El Pueblo le ha puesto ahí para defender los intereses de Melilla, no para defender al Gobierno ante las decisiones que toma en contra de nuestros intereses”.

Imbroda, en su posterior respuesta, le dejó claro que en eso CPM se equivoca: “Me duele Melilla, y mi actividad política se centra en ella. Nací con ello y moriré con ello. Yo me parto la cara por Melilla en Madrid”, aseveró.

Otro de los puntos en los que más incidió el presidente de CPM fue en la pobreza. A su juicio, es lógico que si el Gobierno local concede más prestaciones sociales es porque hay más personas con pocos recursos económicos. Tampoco se mostró satisfecho con la labor realizada en los distritos IV y V a pesar de haberse creado una consejería específica que se está dedicando únicamente a “obras y pintura”. El PSOE también coincidió en esto en su turno, añadiendo irónicamente la reciente inauguración de una marquesina.

Asimismo, como hizo más tarde el PSOE, criticó que “todos los años saque la maqueta de la ampliación del Puerto” como la solución al paro que sufre Melilla, y se quejó de que la frontera no funciona bien, a pesar de que es uno de los pilares del desarrollo social y económico de nuestra ciudad y el entorno.

Imbroda, en su réplica, dijo no estar de acuerdo con esta apreciación y aseguró que la frontera funciona mejor que antes, pero que es necesario un nuevo paso fronterizo, que podría dedicarse a la mercancía y que depende no solo de España, sino también de Marruecos.

Además, en cuanto a la ampliación del puerto, defendió que es “la caña de pescar” que necesitan los melillenses “y no darles directamente el pescado en una subvención pura”. Aseguró que este proyecto se va a hacer porque es un compromiso de Rajoy, si bien lamentó la ausencia de respaldo por parte de la oposición desde que fue presentada esta aspiración hace 8 años, especialmente por parte del PSOE, que mientras estuvo en el Gobierno no dio luz verde a los trámites.

Imbroda hizo corresponsable de aquella situación a CPM porque en aquella época era socio político del PSOE, de ahí que reprochara a Aberchán que fuera “acomodaticio” por criticar ahora el aumento de paro y no lo hiciera mientras los socialistas tenían responsabilidad de Gobierno.

PSOE
Para el PSOE, Melilla está ahora “en una peor situación” que cuando el PP empezó a gobernar en el año 2000, dadas las cifras de paro, que rozan los casi 14.000 desempleados, de los cuales 9.000 carecen de prestación. Además, como ya hizo antes CPM, dudó de la fuerza del aumento de población como argumento válido. “Usted, con repetir que si sube el paro es porque vienen de la península, lo tienen todo hecho”, lamentó el portavoz socialista, Gregorio Escobar, para quien la mayoría absoluta del PP “no ha traído la estabilidad que dicen, sino el despilfarro y la permanente sospecha en las adjudicaciones”.

En este punto, el PSOE reiteró sus críticas respecto a lo que considera un abuso de los contratos menores por parte de la Ciudad Autónoma, sobre todo en un año electoral como éste, y se quejó de que la institución no mejore en transparencia.

Asimismo, denunció que buena parte del Gobierno esté imputado en procedimientos judiciales y recordó los constantes informes del Tribunal de Cuentas sobre la gestión del Gobierno melillense. Otro de los puntos que más criticó es que destine más dinero a mantener a sus 65 cargos que en la atención a la población desfavorecida, la cual se podría incrementar con más ayudas a parados de larga duración, formación para desempleados y subsidios a familias sin recursos.
“El Gobierno está empecinado en no escuchar y en ir en dirección contraria, más preocupado por sus intereses que por lo que está pasando. En mayo dilucidamos el futuro de los melillenses, que será muy oscuro mientras ustedes sigan ahí”, dijo al Grupo Popular.

Imbroda le respondió echando en cara la “política vacía y sin patriotismo” que hizo el PSOE en sus años de Gobierno, y desmintió a Escobar respecto a la situación que dibujó de Melilla. “Melilla está mejor ahora que hace 15 años y tenemos el termómetro de confianza de los ciudadanos, hemos ganado las elecciones desde siempre”, zanjó.

Asimismo, lamentó la ausencia de proyectos de la etapa de Zapatero, salvo el Hospital Universitario, donde hay “un tomate impresionante” debido a la adjudicación de un proyecto modificado del que mostró sus sospechas de que pudiera haber una contratación fraudulenta en un proyecto de 53 millones de euros.

Como otras veces, Imbroda rechazó las críticas socialistas al considerar que sus dos diputados no pueden dar lecciones por su situación de procesados en el caso voto por correo. “Ustedes asisten a su último debate. Melilla no se pierde nada”, les dijo. Además, insistió en que los informes del Tribunal de Cuentas son recomendaciones que nunca han llegado a una restitución como ha pasado con administraciones socialistas, y defendió la honestidad de los miembros de su Gobierno, ya que las imputaciones han venido dadas por denuncias de la oposición.

PP
Además de Imbroda, en la bancada del PP también tomó la palabra su portavoz, Daniel Conesa, que centró su discurso en el “horizonte de esperanza” que se abre “por los signos evidentes de recuperación” y en el cambio que ha experimentado Melilla en numerosos apartados, como el transporte, la frontera y las nuevas infraestructuras que se han realizado a lo largo de los últimos 15 años, desde parques hasta instalaciones deportivas, de ocio y culturales, así como de servicios sociales y aspectos tecnológicos.
“En estos 15 años se ha avanzado mucho. Si ustedes (la oposición) hubieran tenido responsabilidades, las cosas no habrían ido mejor”, aseveró.

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Redacción

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