A fecha de 26 de enero, un total de 85 jóvenes de entre 15 y 18 años, 24 menos que en 2013, se encuentran en libertad vigilada como resultado de medidas judiciales dictadas por el Juzgado de Menores por infracciones penales cometidas. A estos menores hay que sumar los 48 actualmente en el centro de Reforma en régimen semiabierto (cuatro menos que en 2013), los 14 (nueve menos que el pasado año) en régimen cerrado o los 10 jóvenes en permanencia de fin de semana; cifras que hablan de otra realidad melillense, la de los menores infractores y las medidas que la administración arbitra buscando su reinserción social. En el recién concluido año 2014 los órganos judiciales competentes dictaron una serie de medidas alternativas al internamiento ante infracciones penales protagonizadas por jóvenes menores de edad tanto de la ciudad como extranjeros no acompañados, que se suman a las resoluciones judiciales que se venían arrastrando desde 2013. De todas ellas destaca el que al término del año, 85 de estos jóvenes estaban en libertad vigilada.
La cifra es relativamente inferior, en concreto 24 menos en comparación a 2013 de jóvenes con libertad vigilada, una medida que incluye, entre otras cuestiones, la designación de un técnico que realiza el seguimiento de la evolución del adolescente, que debe cumplir las órdenes dictadas por los jueces, como pueden ser pautas de comportamiento escolar y familiar, su asistencia a talleres formativos, o la prohibición del consumo de sustancias estupefacientes, cuestiones que de no cumplirse, pueden conllevar su ingreso en un centro de reforma.
Otras medidas
En 2014 se dictaron dos PBC (Prestaciones a Beneficio de la Comunidad). Asimismo se dictaron diez medidas de medidas de Permanencia de fin de semana, lo que podría entenderse como arresto domiciliario. Además se decretaron 6 medidas de tratamiento ambulatorio para jóvenes que por adicción o trastornos precisan de tratamiento, a las que sumar una más en vigor desde el año anterior. No se trata de un internamiento terapéutico, sino una atención de las denominadas de Medio Abierto, es decir, una atención ambulatoria. La cifra es ligeramente superior a la del año anterior con sólo dos casos.
Igualmente se dictó una medida de asistencia a centros de día, por la que el joven en cuestión debe acudir a centros de formación sociolaboral, o a autoescuelas a obtener el carné de conducir si la infracción que cometió fue conducir sin permiso de circulación. Además de una medida para el cumplimiento de tareas socioeducativas, se desarrollaron también, en las consideradas como medidas extrajudiciales, 21 actos de conciliación y 19 de reparación de daños.
Pero en 2014 también se dictaron medidas judiciales de internamiento que arrojaron como resultado que 14 jóvenes se encuentren en régimen cerrado dentro del Centro de Reforma y 48 lo estén en régimen semiabierto, cifras todas ellas muy similares a las del año anterior. A tenor de estas cifras, desde la Consejería de Bienestar Social y Sanidad se señala que no puede bajarse la guardia a la hora de hablar de delincuencia juvenil, comportamientos que precisan tanto de la pertinente sanción, como de acciones que rehabilitación.
De hecho los expertos señalan que es preciso promover las mejores intervenciones educativas y terapéuticas posibles con estos jóvenes con el fin de aminorar lo más posible el riesgo de reincidencia y contribuir a su reinserción, que es el objetivo. Por tanto defienden que la reeducación y la reinserción deben ser siempre los objetivos a seguir ante los casos de delincuencia juvenil.
