La U.D. Melilla visitará el Estadio Ramón de Carranza con la intención de prolongar una jornada más su excelente racha de resultados ante el líder, un Cádiz C.F. en idéntico estado de gracia, aunque los melillenses le superan en 2 puntos en las últimas nueve jornadas. El duelo reúne a los dos mejores conjuntos de esta segunda vuelta del campeonato. La Unión Deportiva ha sumado 24 puntos, tras cosechar ocho victorias y encajar una derrota, mientras que el conjunto andaluz consiguió 22, después de vencer siete partidos, empatar uno y perder otro.
Los melillenses, que ocupan la sexta posición pero están empatado a puntos con el cuarto clasificado, posición que marca la zona de Play-Off, llegan lanzados al choque de la Tacita de plata, aunque Fernando Currás asegura que «hay que seguir con los pies en el suelo» para atar lo antes posibles la permanencia, y luego, si es posible, encarar otros objetivos. «En el entorno percibes que la gente está creciendo, pues cada vez hay más ilusión y expectativas».
Sin embargo, afirmó que ahora lo más importante es encarar el encuentro ante el líder del campeonato. «A todo futbolista le gusta jugar en un gran escenario como el Estadio Ramón de Carranza y ante un gran rival que es líder. Son días que todo el mundo desea que llegue, pero la realidad es que en el vestuario cada uno pelea por estar en el once titular».
«Es un Estadio en el que a mí hasta me apetece volver a jugar. Según se va acercando el partido los cinco sentidos se trasladan al juego. Pretendemos separar lo que hay alrededor del terreno de juego. Vamos a intentar ser nosotros mismos y no haremos muchas variaciones. Mientras estemos a nuestro nivel estaré satisfecho porque estaremos cerca de sacar algo positivo», resaltó el entrenador de los melillenses.
A la U.D. Melilla le gustan los retos y este es mayúsculo, según asegura Fernando Currás: «Puedes hacer vigilancias especiales, pero la calidad individual aparece en el mínimo despiste. Los pequeños detalles son los que marcan las diferencias y en este sentido el Cádiz, a parte de otras muchas cosas, marca la diferencia, así que al futbolista hay que exigirle más atención, si cabe».
«Sin embargo, yo me planteo más el partido ante el Cádiz como un reto y sé que a los que tengo en el vestuario también les gustan los los desafíos, y por ahí está un poco la vigilancia que podamos tener, de forma que mis jugadores tengan esas ganas de demostrar que son capaces de competir o sujetar a una plantilla del nivel del Cádiz, pero sin alejarnos mucho de nosotros mismos», aseguró.
