Las líneas aéreas de Melilla, lejos de lo que pudiera parecer a priori, no las utilizan únicamente quienes viven en la ciudad. Los residentes no son ni siquiera una aplastante mayoría respecto a los foráneos, ya que ambos colectivos se reparten prácticamente al 50% las butacas del avión, según se puede comprobar analizando las estadísticas de AENA y los datos facilitados por el Ministerio de Fomento sobre los beneficios de la bonificación del 50% por residencia en los desplazamientos aéreos. Según la información facilitada por Fomento en una respuesta parlamentaria en el Congreso de los Diputados, en 2013 bonificó un total de 157.903 desplazamientos con el descuento de residente entre Melilla y la península. La estadística de AENA correspondiente a ese año precisaba que el aeropuerto de Melilla movió en total a 289.551 pasajeros, por lo que el cálculo está claro: el 54,53% de los viajeros tenía derecho a que el Estado le abonara la mitad del billete.
La proporción es prácticamente la misma desde 2008, según los datos de Fomento (51,86% en 2012; 58,38% en 2011; 58,32% en 2010; 56,06% en 2009 y 53,92% en 2008). Por lo tanto, queda descartada la posibilidad de que entre los pasajeros no bonificados pudiera haber una importante cantidad de pasajeros residentes a los que no se aplicó el descuento por no haber aportado el certificado de empadronamiento.
Hay que recordar que el Ministerio de Fomento empezó a aplicar esta exigencia en septiembre de 2012 y actualmente sigue siendo indispensable si las compañías no consiguen la identificación telemática mediante el sistema de acreditación automática (SARA).
Precisamente este tema fue el que llevó al diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares a presentar dos preguntas parlamentarias sobre el número de beneficiarios del descuento de residente entre 2008 y 2013 en las líneas aéreas de Melilla y los desplazamientos bonificados en total en ese periodo. No en vano, junto a estas iniciativas, Llamazares también presentó otra para preguntar sobre la exigencia de que los residentes en territorios extrapeninsulares acrediten su residencia para obtener la bonificación del 50% por parte del Ministerio de Fomento. En esta iniciativa parlamentaria, el parlamentario de IU insinuaba que podría estar dándose un fraude por parte de las aerolíneas para cobrar dos billetes de avión a los viajeros que no aporten el certificado de residente alegando “fallos” en el sistema SARA habilitado por el Ministerio de Fomento desde el 1 de noviembre de 2014 para evitar tener que llevar encima el certificado en papel.
Descenso de los viajes bonificados
Según los datos aportados por el Ministerio de Fomento, publicados en el Boletín Oficial de las Cortes el pasado 26 de febrero, el número de desplazamientos aéreos entre Melilla y la península que fueron bonificados ha ido en descenso desde 2008, el año en que empezó la crisis económica.
En 2013, Fomento aplicó el descuento del 50% a 157.903 desplazamientos en las líneas aéreas de Melilla, frente a los 169.663 que bonificó en 2008. Por lo tanto, un descenso de, 6,9% en ese periodo de cinco años, que ha sido paulatino con excepción del año 2010, cuando hubo un repunte. Concretamente, la respuesta del Gobierno revela que en 2008 hubo 169.663 billetes bonificados; en 2009, 164.647; en 2010, 170.657; en 2011, 167.395; en 2012, 163.807; y en 2013 la cifra más baja de los últimos años: 157.903.
También baja la cifra de beneficiarios del descuento de residente que volaron entre Melilla y el resto del país entre 2008 y 2013, “identificados individualmente mediante sus documentos de identidad”, puntualizaba en su pregunta Gaspar Llamazares. Es decir, lo que quería saber el diputado de IU era la cifra de beneficiarios diferentes, que de los 29.364 que hubo en 2008, pasó a 26.861 en 2013.
La bajada en este caso es mayor incluso que la de los desplazamientos, un 8,52% en ese periodo de cinco años. Además, también ha sido paulatina, al bonificar en 2008 a 29.364 beneficiarios; en 2009 a 27.742; en 2010 a 27.779; en 2011 a 27.616; en 2012 a 27.958; y en 2013 a 26.861.
Una media de entre 5 y 6 viajes
La información facilitada por el Ministerio de Fomento permite calcular, además, que cada beneficiario del descuento por residencia hizo una media de entre 5 y 6 viajes en ese periodo, los peores años de la crisis económica. La tendencia apenas sufre variaciones, ya que en 2008 la media fue de 5,7 viajes bonificados por beneficiario; en 2009, 5,93; en 2010, 6,14; en 2011, 6,06; en 2012, 5,85; y en 2013, 5,87.
