El Melilla Baloncesto salió derrotado en su visita a Lugo (86-74), a pesar de la positiva imagen que ofrecieron los de Alejandro Alcoba en la cancha de un candidato al título como el Ribeira Sacra Breogán. El cuadro melillense entró en la fase decisiva del partido con ventaja, aunque el acierto de los lucenses en este tramo final les acabó alejando de una victoria que hubiera acercado un poco más el Play Off. Hay que destacar, a nivel individual, la actuación de Devin Wright, autor de 23 puntos y 31 de valoración, el jugador más determinante del decano. El Melilla Baloncesto salió derrotado en su visita a Lugo (86-74), a pesar de la positiva imagen que ofrecieron los de Alejandro Alcoba en la cancha de un candidato al título como el Ribeira Sacra Breogán. El cuadro melillense entró en la fase decisiva del partido con ventaja, aunque el acierto de los lucenses en este tramo final les acabó alejando de una victoria que hubiera acercado un poco más el Play Off. Hay que destacar, a nivel individual, la actuación de Devin Wright, autor de 23 puntos y 31 de valoración, el jugador más determinante del decano.
El Ribeira Sacra Breogán y el Melilla Baloncesto empezaron fríos, muy fríos, helados. Sobre todo el conjunto de Alejandro Alcoba, que se obcecó en los primeros compases con los lanzamientos desde el perímetro, sin fortuna. El equipo lucense, que tampoco estuvo para echar muchos cohetes, aprovechó este desacierto del decano para firmar un parcial de 8-0 y forzar el primer tiempo muerto visitante. Alcoba paró el partido a falta de 4’45“, con 8-2, pues sólo Edu Gatell había visto el aro por los de la Ciudad Autónoma. El minuto técnico surtió efecto en los melillenses, que acertaron por fin desde detrás del arco de 6,75 metros. Eric Sánchez afinó su muñeca para poner el 8-5. A partir de ese momento, el partido fue otro. El Melilla Baloncesto recuperó las sensaciones en sus lanzamientos y, con Wright inspirado en la pintura, los melillenses lograron comprimir el tanteador al primer parón entre tiempos (13-12).
Los melillenses continuaron ampliando su parcial y acumularon un 0-9 de parcial. Del 13-7 se pasó al 13-16, con Wright y Joan Tomás repartiéndose los puntos. Lisardo Gómez se vio obligado a parar el partido para evitar que la brecha se agrandara. Samb empató el duelo a dieciséis, tras un triple, pero Butterfield replicó con un 0-5 (16-21). Si el decano adoleció de puntería en el tramo inicial del encuentro, ahora vio el aro del Pazo de los Deportes como una piscina. La ventaja azulona siguió ampliándose y llegó a una máxima de diez puntos (16-26), que obligó de nuevo a Lisardo a mirar a la mesa de anotación para pedir tiempo. La arenga del míster local fue monumental, y sus jugadores no tuvieron otra que reaccionar. Mc Ghee tomó las riendas en la pintura, aglutinando gran parte del juego ofensivo de su equipo. Su efectividad, unida a la del lituano Matulionis, permitieron al Breogán recuperar la iniciativa en el luminoso (31-28). El báltico estaba 'on fire' desde el perímetro, aunque el decano hizo la goma y recuperó terreno cada vez que los lucenses intentaron escaparse. Así las cosas, el marcador al descanso reflejó un equilibrado 37-34.
El Melilla Baloncesto salió como un tiro de vestuarios y firmó un 0-9 (37-43) ante un Breogán que estuvo más de dos minutos sin anotar. El partido, sin embargo, pronto volvió a igualarse. Ahora fue el Ribeira Sacra el que hizo la goma y volvió a la carga con Mc Ghee y Matulionis, sus dos hombres más acertados (45-45). Ni los lucenses ni los melillenses dieron su brazo a torcer, y el tercer período transitó por unos parámetros de equilibrio que desembocaron en el 56-57 con el que se alcanzó el minuto 30.
Con todo por decidir arrancó el último y definitivo período en el feudo lucense. Y el cuarto no se pudo inaugurar de peor manera para los intereses del Melilla Baloncesto. Los de Alejandro Alcoba encajaron un parcial inicial de 7-0, que forzó el tiempo muerto del técnico del decano. Un 2+1 convertido por Wright puso el 63-60, pero éste fue el último conato de reacción del decano. A partir de ese momento, el Ribeira Sacra Breogán puso tierra de por medio, a pesar de los esfuerzos de Wright, que fue el único del cuadro de la Ciudad Autónoma que mantuvo el acierto anotador.
Los minutos finales fueron un intercambio de golpes, alternativas en la anotación pero ya con los de Lisardo Gómez con un colchón de puntos inalcanzable para los azulones. Llorca lideró a los de la ribera del Miño en este tramo final del envite, anotando nueve de sus catorce puntos en este desenlace.
Buena imagen del Melilla Baloncesto en tierras gallegas, ante un oponente candidato a luchar por el ascenso a la Liga Endesa ACB. Los gallegos mantienen la pugna con los equipos delanteros, encarando un final de competición que se antoja muy parejo. El decano, por su parte, continúa con balance negativo y deberá apretar los dientes en estas cinco finales que restan para la conclusión de la Adecco Oro. El equipo de Alejandro Alcoba aspira aún a acabar en puestos que darían derecho a disputar el Play Off por el ascenso de categoría.
