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El Comarcal incorpora el servicio de Teleictus para mejorar la respuesta urgente a pacientes

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Atención especializada las 24 horas para pacientes de Melilla que sufran un ictus. En esto consiste el Teleictus, implantado por el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) en el Hospital Comarcal en colaboración con el Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Con este servicio de telemedicina el centro melillense podrá recurrir a los servicios tanto de un neurólogo como un radiólogo a la hora de elaborar el diagnóstico y concretar el mejor tratamiento a dar en cada caso y si el paciente en cuestión es candidato a tratamiento fibrinolítico con el que puede reducir de modo importante la mortalidad por esta causa y mejorar significativamente la recuperación del paciente. Como explicó el director de INGESA, José Julián Díaz Melguizo, con este sistema, "el objetivo de INGESA es mejorar la atención al paciente y disminuir la mortalidad por ictus". El director presentó ayer el Teleictus ante los medios de comunicación en Melilla, junto al delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani; el subdirector de Asistencia Sanitaria de INGESA, Fidel Illana; el director territorial, Francisco Robles; el gerente de INGESA, Pedro Villarroel; y el jefe del de la sección de Neurología, Rafael Soler.

Teleictus
Este sistema permite la conexión en directo a través de imagen, sonido y comunicaciones informáticas del Hospital de Melilla con la Fundación Jiménez Díaz (FJD), una prestigiosa institución asistencial y docente que presta este servicio todos los días del año las 24 horas. Una vez que el médico del Comarcal activa el Teleictus, el médico neurólogo de guardia de la FJD entra en contacto directo a través de imagen y sonido. Además de conectar con el facultativo de Melilla, puede ver y oír directamente al paciente en urgencias o en la UCI e, incluso, dirigirse a él para que realice algunas instrucciones que ayuden a su valoración clínica.

Al mismo tiempo y a través de conexión informática, el médico de la FJD puede consultar las pruebas diagnósticas realizadas al paciente, así como su historial clínico, y ver en tiempo real su analítica, analizar las imágenes diagnósticas e, incluso, consultar con el radiólogo de guardia de dicho hospital las imágenes. Con todo esto, el facultativo de la FJD es capaz de realizar la indicación del tratamiento del paciente. El Teleictus se activará cuando no haya un neurólogo en el Hospital Comarcal, cuando se quiera tener una segunda opinión sobre un diagnóstico o evaluar la necesidad de evacuación del paciente al hospital de referencia.

La atención temprana por un neurólogo en coordinación con los especialistas de la UCI y los radiólogos es vital en la atención al paciente con ictus. La decisión de tratamiento fibrinolítico puede reducir de modo importante la mortalidad por esta causa y mejorar muy significativamente la recuperación del paciente. Ello se puede conseguir gracias a la actuación profesional del Hospital Comarcal con el Teleictus implantado por INGESA. Según los cálculos de INGESA, este sistema podría beneficiar a unos 50 pacientes al año en Melilla. Para implantarlo se ha adquirido un carro móvil de monitorización con pantalla. El coste ha sido de doce mil euros. INGESA también ha implantado este sistema en Ceuta.

Ictus
El ictus o enfermedad cerebrovascular aguda se puede definir como un trastorno brusco en la circulación sanguínea que riega el cerebro, que puede dañar diferentes partes del cerebro. Su localización e intensidad condicionarán la severidad del cuadro clínico. Es la primera causa de discapacidad en el adulto, la segunda en demencia y la tercera en mortalidad. Tres cuartas partes de los casos se producen en mayores de 65 años: incrementa su incidencia conforme envejece la población.

La hipertensión arterial y algunas enfermedades cardiacas como la fibrilación auricular y, en general, todas las que tengan su fundamento en la arterioesclerosis de las arterias coronaria (las que riegan de sangre al propio corazón) junto con la edad, constituyen los factores de riesgo principales para padecer un ictus.

Sobre el factor edad pocas acciones preventivas caben pero sobre el resto de factores se pueden aplicar medidas y comportamientos preventivos: vigilancia de la hipertensión arterial, control de enfermedades crónicas, hábitos de vida sana como cuidado de la alimentación y ejercicio físico y, muy importante, el abandono del tabaco. Cuando se produce un ictus la atención sanitaria ha de ser inmediata. A tal fin, los servicios de atención a las urgencias y, entre ellos, los del INGESA de Melilla, han desarrollado el denominado Código Ictus, un protocolo de actuación específico para este tipo de enfermedad.

Si el paciente lo sufre fuera del ámbito hospitalario, las primeras medidas van destinadas a la estabilización vital del paciente y su evacuación hacia el Hospital, previo aviso al servicio de Urgencias del mismo. Una vez el paciente esté en el medio hospitalario, se realizarán las pruebas diagnósticas necesarias para confirmar el diagnóstico de ictus y de qué clase es. Un médico especialista en neurología es el que establecerá el tratamiento que hay que instaurar y, por lo general, los profesionales de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) serán los encargados de su cuidado y seguimiento.

Así, es de vital importancia para el pronóstico del paciente disponer de un apoyo en tiempo real desde un gran hospital, con servicio de neurología e imagen diagnóstica las 24 horas del día, cuando no exista un médico especialista de neurología en el Hospital Comarcal de Melilla o si existen incertidumbres diagnósticas o terapéuticas. Esto es lo que ha puesto en marcha INGESA.

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J.A.M

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