El Mercado del Buen Acuerdo, ubicado en la calle Músico Granados, frente al Centro Asistencial, es uno de los mercados de abastos de Melilla con décadas de historia venida a menos por la escasez de clientes. Para intentar potenciar su atractivo, la Ciudad Autónoma ha realizado en este recinto una inversión de 77.289 euros con la que se han tirado los muros exteriores para sustituirlos por un cerramiento “más transparente” que acerque el mercado a la calle. Además, incorpora servicios y una nueva cafetería, que regentarán los churreros del Mercado de Colón. El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, acudió ayer al Mercado del Buen Acuerdo para ver el resultado de las obras que se han llevado a cabo en los últimos meses. Recordó que en este mercado el Gobierno local ha actuado varias veces para mejorarlo y eso le ha permitido dar importantes pasos en la calidad del servicio que se presta en él.
Esta última obra es, según dijo, “la definitiva” para el Mercado del Buen Acuerdo, ya que echa abajo sus muros para sustituirlos por un cerramiento metálico “moderno y muy permeable”, de manera similar a lo que se hizo en el campo de fútbol del Tesorillo.
Además, incorporará una cafetería que era necesaria también en esa zona, carente de este tipo de servicio hostelero pese a ser una zona cercana al centro y con bastante afluencia. Y aunque la obra ha sido “simple”, Imbroda destacó su importancia por lo que significa de carga de negocio para este nuevo establecimiento y los comerciantes que tienen su puesto en este mercado. Con esta mejora, se le da un rendimiento social y comercial significativo para “muchas familias que viven de esto”.
A la nueva cafetería, de 35 metros cuadrados, se trasladarán los antiguos propietarios de la churrería del Mercado de Cabrerizas, que cerró hace ya algunos meses pese a su enorme popularidad en la ciudad. El local, dentro del Mercado del Buen Acuerdo pero con acceso desde el exterior, abrirá dentro de un mes, cuando instalen el mostrador y la cocina.
Revitalizar el mercado
De esta forma, se tratará de revitalizar el Buen Acuerdo, una situación generalizada en los mercados de abastos de Melilla, donde lo que falta, según Imbroda, son los clientes. Esto se debe, dijo, a que “las reglas del mercado han cambiado” y ahora hay una importante competencia a la hora de comprar en los supermercados, cadenas y franquicias, lo que dificulta la actividad comercial en los mercados.
“Se hace lo que se puede”, apuntó al recordar cómo Melilla tiene buenos mercados, como el Central o el remozado del Real, que es “un pedazo de edificio magnífico” al que la gente no acude tanto como antaño. Precisamente sobre este tema estuvo ayer conversando Imbroda con los vendedores de verdura, pescado y carne del Mercado del Buen Acuerdo, a los que se acercó a saludar.
