La Asamblea de Melilla concedió ayer las Placas al Mérito Social a la Compañía de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de la Guardia Civil, que tiene como principal misión la lucha contra la inmigración irregular a pie de valla, y a la Unidad de Fronteras de la Jefatura Superior de Policía. Estas distinciones, en las que todos los grupos dieron su respaldo unánime, han sido una propuesta personal del presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, al igual que una tercera Placa al Mérito Social concedida al guardia civil del Barrio Chino, Abdeselam Mimón. Estos premios pueden interpretarse como un apoyo de la Asamblea a los agentes de frontera, sometidos a una fuerte presión no solo por el volumen de trabajo y el repunte migratorio, sino por el hecho de que su labor esté en el punto de mira por las denuncias de las ONG y la imputación de 9 guardias civiles, entre ellos el coronel jefe. La propuesta presentada para la concesión de las Placas al Mérito Social fue presentada, de hecho, escasos días antes de que los últimos 8 agentes imputados acudieran a declarar la semana pasada ante el juez Emilio Lamo de Espinosa. En concreto, tal y como figura en los expedientes, a los que ha tenido acceso MELILLA HOY, la propuesta para distinguir a la Compañía de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil fue registrada dos días antes, el 23 de marzo, mientras de la de la Unidad de Fronteras de la Jefatura Superior de Policía fue presentada el 20.
Todo ello hace evidente que la concesión de estas Placas al Mérito Social no es equiparable a los honores que la Asamblea ya rindió hace años a los Cuerpos de Seguridad del Estado otorgándoles su máxima distinción, la Medalla de Oro. Cabe recordar que este premio fue a parar a la Guardia Civil en 2004, justo un año antes de la crisis de las vallas, y a la Policía Nacional en 2006.
Los premios concedidos ayer, además, no se extienden a los dos cuerpos, como ocurriera con las Medalla de Oro. Estas placas son para estas dos unidades específicas, porque como se refleja en los expedientes de la Asamblea, son las que afrontan de manera directa el control de la inmigración irregular.
En el caso de la Compañía de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil, a pie de valla y reforzando a los grupos especializados en el mar y el aire. En el de la Unidad de Fronteras de la Policía Nacional, custodiando el control documental en unos pasos fronterizos donde a diario pasan 42.500 personas, 14.000 vehículos, 1.350 ciclomotores y 1.100 bicicletas.
El agente Abdeselam Mimón
El apoyo de la Asamblea al esfuerzo de las Fuerzas de Seguridad del Estado en las fronteras de la ciudad también se ha visto reflejado en la concesión de otra Placa al Mérito Social, concretamente para el guardia civil Abdeselam Mimón, destinado en el paso de Barrio Chino, que ya fue premiado en diciembre con el galardón nacional Legado Alfonso XIII.
Estas tres distinciones, con las que Melilla arropa a sus agentes fronterizos frente a quienes los cuestionan, serán entregadas en los próximos días junto con las que fueron aprobadas al presidente del Club La Amistad, Gregorio Castillo y el Banco de Alimentos.
