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El Cristo Nazareno, arropado por Melilla, celebra su 350 aniversario en el Miércoles Santo

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El Miércoles Santo fue testigo de la salida procesional de El Nazareno, el Señor de Melilla, que tuvo en la celebración de su 350 aniversario, del arrope, compaña y cariño del pueblo melillense en tan especial estación de penitencia. Detrás le siguió de cerca la bellísima talla de la conocida como la Virgen de las Lágrimas, mecidos los santos titulares de la Cofradía del Pueblo, por el magnífico hacer de la Banda de Cornetas y Tambores del Nazareno, que ayudó con una perfecta selección de temas, guiar el difícil camino de costaleros y portadores, que además demostraron con creces los resultados de los muchos meses dedicados a los ensayos. El buen tiempo se congració este Miércoles Santo con la Semana Santa melillense y ni siquiera el éxodo vacacional restó presencia de público en la calle. Lo curioso, que el muy numeroso público testigo de la preciosa salida de los pasos de la Cofradía del Nazareno de la Plaza de Toros, acompañó a los pasos a lo largo de todo el recorrido, en señal de respeto y apoyo a los portadores, hasta su llegada a la carrera oficial en la Avenida.

Nazareno
Bajo un atardecer primaveral, perfumado de incienso, se iniciaba, a las ocho y media de la noche, la salida procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. A la hora prevista el silencio se adueñaba de la Plaza Velázquez y de las gargantas de los melillenses que se dieron cita junto a la Plaza de Toros para presenciar la salida procesional de los santos titulares de la Real Cofradía y Hermandad Franciscana de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, la hermandad más antigua de la ciudad comandada por Francisca Muñoz, su entregada hermana mayor.

El camino se inició con la nueva Cruz de Guía, y segundos después el tres veces centenario cristo Nazareno. De nuevo el Señor de Melilla salió a la calle no en su trono tradicional que precisa de una necesaria restauración, sino en el adquirido en 2010 con motivo del 350 aniversario de la cofradía, que le permite cumplir con su estación de penitencia con el paso malagueño. Hombres y mujeres, por igual, hombro con hombro, portan al magnífico Nazareno acompañado por sus ángeles cirineos y flanqueado por los hermanos mayores.

Nuestro Padre Jesús Nazareno en su dulce nombre, (obra anónima del siglo XVII con influencias del imaginero José de Mora según recoge la propia Cofradía), reposado en un manto de flores rojas, estuvo custodiado por los penitentes ataviados con sus túnicas y capas oficiales. Caballeros legionarios lo guardaban, así como los alumnos de la Escuela de Policía Nacional de Ávila. Detrás, la Banda de Música del Nazareno.

La Virgen
Una vez el Cristo en la calle, volvió la expectación entre los presentes, que observaron con emoción la salida del paso de la Virgen de los Dolores, la Virgen de las Lágrimas, que se incorporó al recorrido saliendo desde la puerta de las cuadrillas de la Mezquita del Toreo. La talla lució su tradicional manto de luto confeccionado en los años 40 y pudo salir a la calle bajo su correspondiente palio y su candelería encendida.

Una cuadrilla de cuarenta hombres la llevaban con el paso sevillano, imprimiendo de esta forma una cadencia especial en sus movimientos, que contribuyó a dar mayor realce y belleza. La cuadrilla de la Virgen, integrada por 40 jóvenes, demostró con creces el fruto de los muchos meses de ensayos de cara a esta Semana Santa, demostrando clase, responsabilidad y fe.

Una vez iniciada la procesión, la Virgen se situó detrás de su hijo, siguiéndole con la discreción y respeto que sólo los grandes poseen. Le acompañó, además de la Banda de Música Ciudad de Melilla, el tintineo de las bambalinas.

El público no dudó en aplaudir y vitorear a la virgen en cada levantada de sus hombres de trono, premiando así el esfuerzo realizado por la Cofradía del Nazareno. María estuvo acompañada por sus penitentes, vestidos en esta ocasión con túnica negra y capirote blanco, y los mandos, capas negras y capirotes y túnica blanca; y volvió a estar escoltada por el Regimiento de Artillería de Campaña RACA 32 y por la Banda de Música Ciudad de Melilla que demostró su profesionalidad y calidad artística.

Pasadas las diez de la noche la Cruz de Guía y los tronos de los santos titulares de la Hermandad del Nazareno hicieron su aparición por la Avenida de Juan Carlos I, donde recibieron el respeto y admiración de los allí congregados, entre ellos los responsables de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa. Isabel Navarrete, Kiko Acedo e Isabel Navarrete volvieron a ser la voz que cubrió de saetas el cielo nocturno de la Semana Santa melillense.

En el recorrido oficial por la Avenida Juan Carlos I se incorporó el vicario episcopal, Roberto Rojo, que a la altura de la tribuna de autoridades, dedicó una corta oración al Nazareno: "350 años, cuántas almas te habrán llevado y habrán preparado este camino (de procesión). Cuántas almas han hecho posible que hoy, después de 350 años, estés entre nosotros y puedas pasear por las calles de Melilla llevando la cruz de nuestros pecados con tu misericordia infinita. Desde ahí, desde ese trono, quieres llenar nuestros corazones de esperanza, alegría y paz para que seamos esa hermandad, ese pueblo unido en su diversidad de religiones, de forma de pensar, pero unidos en tu bondad y amor", indicó, para continuar con un Padrenuestro.

Homenaje
En el momento de la recogida, llegada la medianoche, la Cofradía señera de la ciudad, llevó a cabo su anunciada celebración del 350 aniversario del Nazareno, en el que los tronos de Madre e Hijo se encontraron como en la mañana de Resurrección, pero en este momento, como despedida por todo lo que habría que venir. Además se leyó el legajo original de aquel 1665 por el que el Nazareno era erigido como titular de la Cofradía del Pueblo y realizaba su primera salida procesional en aquella primitiva Melilla constreñida en los muros del casco antiguo. 350 años después, el Nazareno, el Señor de Melilla, rememoró este día estrenando además una nueva saya, bordada por dos destacadas hermanas cofrade.

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Jesús Andújar

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