El discurso más emotivo y entrañable de cuantos que ayer fue el de Gregorio Castillo, presidente del Club La Amistad. Lo primero que hizo fue dar las gracias a quienes han dado “el visto bueno” a su candidatura a este homenaje, del que humildemente dijo que no es merecedor porque había cumplido con su “obligación”. Lo segundo, dejar claro que para él “las personas mayores son lo más grande que hay en el mundo”. Castillo se mostró muy satisfecho, pero insistió en que los mayores merecen “el máximo respeto”, sobre todo porque la mitad de ellos sufren y padecen. “Tenemos apoyo, pero no el deseado. Los mayores lo están pasando muy mal”, subrayó el presidente del Club La Amistad, que dio las gracias por el apoyo institucional hacia esta entidad porque sin él “estaría cerrado”.
Aunque 'La Amistad nació en Melilla en 1977, su despegue lo ha tenido en los últimos 25 años, en los que Gregorio Castillo Cañete ha sido presidente. Actualmente cuenta con casi mil socios, gracias sobre todo al empuje de Castillo, que ha compaginado este Club con otras responsabilidades en el ámbito de la Tercera Edad. Así, desde 1989 es también representante y presidente provincial de la Unidad Democrática de Pensionista y entre 2006 y 2011 fue consejero delegado y representante de la ciudad Autónoma de Melilla en el Consejo Estatal del Mayor.
