El pasado domingo se disputó, en el Pabellón de Deportes Javier Imbroda, el X Campeonato Benjamín y Alevín Ciudad Autónoma de Melilla, con la participación de tres clubes locales, el Príncipe Felipe, el Sakura y el Súper Muscle. La mañana comenzó con mucha ilusión y nerviosismo por parte de los competidores, que estaban citados a las 08'45 horas, aunque más de uno llegó mucho antes a la instalación municipal para proceder al pesaje, a la revisión de judoguis y a la aclaración de las normas y del reglamento.
La competición comenzó a las diez de la mañana, siendo los tiempos de combate de dos minutos. La categoría Benjamín fue la que rompió el ‘fuego’ de la competición, acabando con la de Alevín, desarrollándose los combates con unas gradas repletas de padres y de familiares de los participantes.
Los primeros combates se desarrollaron muy rápidos, resolviéndose la mayor parte por ippon. Tan sólo hubo un combate que se resolvió por técnica de oro, es decir, una vez finalizado el tiempo de combate, si ninguno de los dos nudosas habiendo marcado o no sufrido alguna sanción. Entonces el combate se resuelve a favor del primero que marque gana o cometa una sanción, dando por vencedor en este último a su rival.
Cabe destacar la deportividad y el buen hacer del que hicieron gala los competidores, que a estas edades es todo nobleza. Hay que recordar que en estas dos categorías sólo se podían realizar inmovilizaciones en el trabajo de judo, independientemente del que se pudiera hacer en judo pie.
Una circunstancia también a destacar fue la buena calidad competitiva de la participación femenina, dándose unos buenos combates, en los que, al igual que los chicos, la mayoría se resolvieron por Ippon.
Por último y como nota positiva hay que mencionar que el equipo médico no tuvo que intervenir durante la competición, circunstancia que dice mucho a favor de los participantes. Las únicas lesiones que se produjeron fueron las del orgullo herido en algún que otro judoka.
