Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Gestos que llegan tarde

Las lecciones que ayer pretendió dar Escobar a los demás en su despedida no pueden resultar más incoherentes. Especialmente cuando respondió a Imbroda diciendo que él representa "el caciquismo y la sospecha de la corrupción". Es curioso que esto lo diga uno de los 17 miembros del PSOE procesados en el caso voto por correo, a los que la fiscal pide 132 años de cárcel y 168 de inhabilitación Gregorio Escobar dejó ayer atrás su etapa como secretario general del PSOE. Mucho ha tardado en hacerlo, aunque el gesto se haya producido apenas 24 horas después de que se hiciera público el auto de apertura de juicio oral del caso voto por correo. Este caso lleva en investigación desde el año 2008, siete años en los que Escobar ha tenido tiempo de ser delegado del Gobierno, secretario general del PSOE y diputado en la Asamblea, cargo éste último en el que a priori sigue, ya que ayer no se refirió a él en ningún momento en su despedida del máximo puesto de responsabilidad del PSOE local. Cierto es que quedan apenas dos semanas para que su escaño pase a ser de otro compañero de partido y que quizá marcharse ahora, después de haber estado toda una legislatura sentado en él como imputado en el caso voto por correo, no dejaría de tener cierta carga simbólica, algo que en política también es necesario.

El único mérito de Escobar al tomar esta decisión es que por el momento, sorpresivamente, es el único de los 30 miembros de PSOE y CpM que ha tenido la decencia de asumir responsabilidades políticas después de que un juez haya ordenado que se sienten en el banco de los acusados. Quedan otros muchos que aún no han tomado ninguna decisión, como por ejemplo Mustafa Aberchán, que hace apenas cinco días se presentó a unas elecciones como candidato de CpM a la Presidencia de Melilla. Los resultados que han deparado las urnas lo sitúan incluso con posibilidades de ser el presidente de todos los melillenses. La situación procesal en la que se ha visto inmerso sólo un día después de las elecciones hace más difícil que pueda conseguir los apoyos que necesita para superar la mayoría del PP. Sobre todo cuando las acusaciones en este caso, entre ellas la de la Fiscalía, le exigen tantos años de prisión, inhabilitación y una fianza de más de 700.000 euros que deberá pagar en menos de diez días si no quiere que le embarguen.

Pero Aberchán no es el único que de momento se está haciendo el sueco. En las filas del PSOE queda más de uno que aún tiene cargos de responsabilidad, pero la realidad es que se aferran a ellos con fuerza y no dan el paso que ayer dio Escobar. Es el caso, entre otros, de Sergio Martínez, secretario general de Juventudes Socialistas, o el mismísimo Alonso Díaz, número 2 del PSOE en el momento de los hechos, y actual secretario general de UGT.

Por eso las lecciones que ayer pretendió dar Escobar a los demás en su despedida no pueden resultar más incoherentes. Especialmente cuando respondió a Imbroda diciendo que él representa "el caciquismo y la sospecha de la corrupción". Es curioso que esto lo diga uno de los 17 miembros del PSOE procesados en el caso voto por correo, a los que la fiscal pide 132 años de cárcel y 168 de inhabilitación. Escobar no puede permitirse el lujo de decir que él y sus compañeros son inocentes y acto seguido, acusar a un rival de lo contrario cuando ni siquiera tiene imputaciones pendientes tras el doble archivo del Supremo. Esa es la incoherencia que siempre ha caracterizado a Escobar en su vida política, y que parece que no piensa abandonar hasta el último minuto.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€